La Anhedonia Social
Anhedonia social
¿Qué es la Anhedonia Social?
Cuando se trata de anhedonia social, la falta de interés y de placer surge en las situaciones sociales, por las cuales se siente indiferencia, apatía y desgana.
Las personas que padecen esta condición evitan los contextos sociales, ya que al no poder disfrutar de los demás, estas interacciones les resultan agotadoras e incluso abrumadoras. Esto se debe a la dificultad a la hora de entender y procesar los estímulos emocionales asociados al contacto e interacción con los otros. Como seres sociales, este rasgo es desadaptativo y su correcta detección y diagnóstico es fundamental para el tratamiento.
¿Cómo detectarla?
Principalmente la anhedonia social, aparece en la adolescencia y cuando se presenta, nos alertar de un problema subyacente que debe ser diagnosticado correctamente por un profesional. Este síntoma es compartido por varios trastornos y para saber la posible causa y poder encaminar el tratamiento, es necesario evaluar exhaustivamente otras áreas de la vida de la persona.
Las personas con anhedonia social se muestran cada vez más retraídas y aisladas, presentan muchas dificultades a la hora de empatizar con los demás y tienen pocas habilidades sociales que se evidencian tanto a la hora de comprender y reaccionar ante las situaciones sociales como a la hora de comunicarse.
Además, en ocasiones, las personas también manifiestan una serie de síntomas físicos después de exponerse a alguna situación social, como mareos, náuseas o dolor de cabeza, probablemente debidos al estrés y al esfuerzo que les suponen las interacciones.
Algunas de esas preguntas son:
“Le doy muy poca importancia a tener amigos íntimos”, “Cuando las cosas les van muy bien a mis amigos, yo también me siento bien” o “Suelo sentirme satisfecho simplemente estando solo, pensando y soñando despierto”. A través de estas preguntas se explora en qué medida la persona tiene la necesidad de establecer conexión y vínculos con los demás o si, por el contrario, esto le resulta engorroso e innecesario y además se evalúa la capacidad de empatizar con los demás.
¿Qué puede haber detrás de la anhedonia social?
Como ya hemos mencionado, la anhedonia social por sí mismo no es determinante, constituye uno de los indicadores más claros de la depresión, pero también aparece en el autismo o en el trastorno esquizotípico de la personalidad, entre otros, por lo que el tratamiento será diferente dependiendo de su origen.
Detectar estos cambios y diagnosticar a la persona lo más temprano posible es fundamental para enfocar el tratamiento y adaptarlo a lo que realmente necesita.
Es muy diferente si la persona ha perdido el interés en todas las áreas de su vida y su aislamiento se debe a su falta de energía, a la apatía o a la profunda tristeza y desesperanza que siente, a si la anhedonia social se debe a la falta de habilidades sociales y a la incapacidad por interpretar los estímulos emocionales y de comunicación presentes en las interacciones sociales o si ha sucedido algo traumático por lo que la persona ha necesitado recluirse.
Alguna de las cosas que se suelen trabajar en estos casos son la capacidad de mentalización para que la persona sea capaz de reconocer los estados mentales y emocionales de los demás y atribuir las posibles causas o motivos de sus acciones o las habilidades sociales. Cuando este síntoma se debe a una depresión, el tratamiento se enfocará en mejorar el estado anímico y la autoestima de la persona para que recupere las ganas y la satisfacción a la hora de estar con los demás. Además, se evaluará la necesidad de introducir algún psicofármaco si fuera necesario.
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