13 consejos para vencer la ansiedad
13 consejos para vencer la Ansiedad
¿Qué es la ansiedad?
Para poder vencer la ansiedad, en primer lugar, tenemos que comprender a qué nos estamos enfrentando exactamente. La ansiedad es un mecanismo de protección que parte del sistema de defensa y aparece cuando el cerebro percibe situaciones potencialmente peligrosas para nosotros.
Lo característico de la ansiedad es que se trata de la anticipación junto con expectativas que hacemos de algún tipo de acontecimiento en el cual percibimos que no contamos con las herramientas necesarias para afrontarlo con éxito, por lo que se vive desde la preocupación desproporcionada.
¿Qué síntomas tiene la ansiedad?
En numerosas ocasiones cuando aparecen los síntomas de la ansiedad los confundimos con otro tipo de problemas, que hacen que nos asustemos mucho o por el contrario no le demos la importancia requerida. Por este motivo es importante que conozcamos algunos de los síntomas más frecuentes de la ansiedad, como pueden ser:
- Inquietud
- Irritabilidad
- Fatigarse con facilidad
- Tensión muscular
- Problemas de sueño
- Dificultad para concentrarse
- Falta de apetito o darse atracones de comida
- Síntomas somáticos como:
- Sudoración
- Temblores, hormigueos
- Presión en el pecho
- Síndrome del colon irritable
- Dolores de cabeza, mareos
- Nauseas o diarrea
Consejos para vencer la ansiedad
1. Acepta lo que está pasando, no lo evites.
Por malos que sean los síntomas que sientes, éstos no van a durar para siempre, así que acepta las sensaciones del momento y así ayudarás a que éstos desaparezcan más rápido. Si evitas las sensaciones por miedo a su duración o intensidad, lo que provocas es que no sigan su proceso natural y se queden retenidos en nuestro cuerpo prolongando su presencia y consiguiendo el resultado contrario al que buscas.
2. Aprende a respirar conscientemente.
¡Qué tarea tan fácil y difícil a la vez! Todos respiramos en todo momento, pero ¿te has parado a pensar en ello alguna vez? Es una conducta imprescindible para nuestra supervivencia y lo hacemos de forma muy automática, no podemos estar pensando cómo respiramos en todo momento. ¿Pero has probado alguna vez hacer respiraciones profundas durante cinco minutos? Si no realizamos prácticas que nos ayudan a este tipo de respiración, como el Mindfulness o el Yoga, probablemente nos cueste mucho, o nos resulte imposible. Practicar la respiración profunda o diafragmática es un paso clave para prevenir y/o regular los síntomas relacionados con la ansiedad.
3. La importancia del descanso.
Para poder abordar bien cualquier asunto de nuestra vida, es muy importante hacerlo estando descansados. Si dormimos bien y suficiente, empezamos el día con suficiente energía para abordar los retos que se nos presentan, somos capaces de rendir mejor, concentrarnos con más facilidad y resolver las situaciones con más eficacia (entre ellas abordar los síntomas de la ansiedad).
4. Cuida tu alimentación.
Nuestra dieta influye directamente en nuestro estado de ánimo, así, si queremos conseguir un bienestar tanto físico, como emocional, tenemos que comer de forma equilibrada con variedad de alimentos y cantidades más ajustadas a nuestra actividad física y necesidad nutricional.
5. ¡Ojo con el consumo de sustancias!
A diario consumimos sustancias que pueden facilitar la aparición de síntomas relacionados con la ansiedad. Es frecuente ver que estas sustancias son utilizadas como forma de afrontar o más bien evitar la vivencia generada por la ansiedad, el problema está en que conseguimos evadirnos por un instante, pero la ansiedad no desaparece, y las consecuencias que generan estas sustancias empeoran nuestro estado físico y emocional. Así, por ejemplo:
-
Las bebidas que contienen cafeína o el tabaco son sustancias estimulantes que provocan más nerviosismo.
Las bebidas alcohólicas son depresoras y una vez pasado su efecto nos hacen sentirnos más tristes.
6. Los beneficios del ejercicio físico.
Da igual el deporte que te guste, todos son válidos y te pueden ayudar a estar mejor. El deporte no sólo ayuda a mejorar nuestra condición física, sino que ayuda a expresar y descargar los síntomas del estrés y la ansiedad diarios, reduce la tensión muscular y favorece nuestra predisposición hacia la relajación y el cambio de humor.
7. Aprende a relajarte.
Busca momentos en tu día y practica técnicas de respiración y de relajación para acostumbrar al cuerpo a sentirse relajado y tranquilo. Así cuando aparecen los síntomas de la ansiedad podrás tomarte un momento y poner en práctica lo aprendido para disminuir la intensidad de los síntomas. Eso será posible sólo si hemos enseñado a nuestro cuerpo cómo hacerlo con anterioridad, si no, hay muchas probabilidades de que fracasemos y culpemos a las técnicas por no funcionar, cuando somos nosotros los que no hemos aprendido a sacarles provecho.
8. Vive el presente.
En un día hacemos, pensamos y sentimos millones de cosas. ¿Pero cuántas de estas cosas tienen que ver con el momento presente? Nos pasamos una gran parte de nuestros días pensando en cosas del pasado o del futuro, intentando predecir lo que va a pasar para sentirnos más seguros. El problema está en que la mayoría de las cosas en las que intentamos avanzar nunca pasan, en cambio nos generan sentimientos de preocupación y angustia si prevemos que podemos tener alguna dificultad y generan ansiedad ante cosas que puede que no pasen, así que intenta vivir el momento presente.
9. ¿Cómo es tu actitud?
¿Cómo de importante es para ti que todo en el ámbito profesional y personal salga perfecto? ¿Cuántas veces te permites fallar? Si la respuesta a esta segunda pregunta es nunca o casi nunca, quiere decir que te cargas con mucha exigencia, que cuando se prolonga en el tiempo provoca ansiedad. Así que piensa que no hay persona perfecta, ni capaz de cumplir con todo a la perfección y si te acercas a esta condición es que no dejas espacio para otras cosas en tu vida que son importantes para tu bienestar.
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10. No te guardes tus emociones.
No solemos transmitir nuestras emociones en el momento que aparecen. Por miedo a cómo puede reaccionar la otra persona nos guardamos las emociones negativas, pero no podemos retenerlas para siempre en nuestro cuerpo. Así que llega un momento en el que estallamos y volcamos todo lo guardado de forma desproporcionada. Esto hace que se generen situaciones desagradables y luego nos sintamos culpables por ello, interpretando que cada vez que expresamos las emociones, la situación se nos va de las manos y empieza a generar ansiedad ante la misma. Por eso, podemos ir expresando cada emoción en su momento y así su intensidad será mucho menor y conseguiremos resolver la situación en el momento y no prolongaremos el sufrimiento.
11. Organízate con tiempo.
Por el modo de vida actual es frecuente que nos sobrecarguemos en todos los ámbitos de nuestra vida. Con ello, nos vemos obligados a estar a muchas cosas a la vez o lo que es lo mismo, a ser multitareas. Esta forma de actuar aumenta la cantidad de nuestros actos, pero no la calidad, por lo que no sólo nos agobia por no llegar a todo, sino que percibimos que nuestro trabajo no está muy bien hecho y genera malestar. Para que esto no suceda planifica, divide y delega tareas.
12. Pide ayuda.
Lo que pasa con la ansiedad es que percibimos que las situaciones nos sobrepasan y cuando se prolongan en el tiempo los síntomas se agravan y empiezan a interferir en nuestra vida cotidiana. Estando en este punto, nos resulta muy difícil poner remedio nosotros mismos y que nos funcione, así que busca ayuda psicológica. Un psicólogo tiene las herramientas necesarias para elaborar un tratamiento personalizado que te ayude a pasar por este periodo tan difícil.
13. Busca tiempo de calidad.
Ya sabes muchas cosas que te pueden ayudar a vencer la ansiedad, pero para que funcionen las tienes que poner en práctica. Busca momentos para ti y para lo que necesites según tu situación. Es importante cumplir con las obligaciones que tenemos, pero no hace falta que se apoderen de toda nuestra atención y energía diaria. Aprovecha huecos y dedícate tiempo para estas cosas que te gustan y disfrutas, te van a ayudar a sentirte mejor contigo mismo/a y con los demás.
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