Depresión: características, síntomas y tratamiento
¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN Y CUÁLES SON SUS CAUSAS?
La depresión o trastorno del estado de ánimo se produce como respuesta a un acontecimiento o varios de la vida de una persona.
No siempre es fácil encontrar el origen del estado depresivo, pero en muchos casos suele ser una ruptura, un duelo que elaborar, la pérdida de un trabajo importante, situaciones complicadas en el trabajo… Hay un sinfín de motivos que explican y que son el detonante de dicho estado.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA DEPRESIÓN Y SUS SÍNTOMAS?
El núcleo fundamental y básico de la depresión es un sentimiento/creencia de impotencia, de desesperanza en la persona para realizar sus deseos de manera permanente. Cuánto más restringido es el mundo de deseos de una persona más vulnerable es.
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Si uno tiene una multiplicidad de deseos, como son la pareja, la realización laboral, el resto de sus áreas vitales… esto permite compensar aquel deseo no conseguido. La fractura que se ha sufrido en este momento presente.
Las personas que ponen toda la energía en un único deseo son las más vulnerables a la depresión y las personas que tienen múltiples intereses son las más protegidas contra la depresión.
Seligman planteó que ciertas experiencias generan en la persona un sentimiento de impotencia que perdura y que posteriormente por este sentimiento de impotencia no se vuelve a intentar conseguir lo que se desea, porque se da por hecho que no se va a conseguir. Estas experiencias, que normalmente son experiencias tempranas, dejan sentimientos y huellas de impotencia, desesperanza aprendida, indefensión aprendida, “nada de lo que haga me permitirá realizar mi deseo”.
El haber tenido padres depresivos también puede influir a la hora de enfrentarnos a situaciones que pudieran generar depresión, ya que esta manera de “resolver” se contagia. La falta de esperanza, el no haber tenido la atención suficiente cuando se buscó una respuesta (valoración, abrazo, sonrisa), por estar los padres más dentro de la propia depresión. Esto vuelve a desencadenar sentimientos de impotencia “no soy capaz de provocar una respuesta afectiva en la otra persona”, algo que nos puede perdurar en la vida adulta en muchas situaciones.
No todas las depresiones son iguales ni atienden a los mismo motivos, pero si que desencadenan síntomas comunes, como son la impotencia, tristeza, desesperanza, abatimiento sentimientos de vacío, sentimientos de inferioridad, anhelos, irritabilidad, enfado, inactividad, encerrarse en sí mismo, sentimientos de culpa… El enfado ayuda mucho a salir del abatimiento, pero no es la mejor de las soluciones.
¿CÓMO SUPERAR LA DEPRESIÓN?
No es fácil salir de la depresión, pero no imposible, con trabajo y acompañamiento se pueden lograr muchas cosas. Nosotros desde el marco terapéutico tratamos de explorar junto con el paciente cuáles fueron las causas y el evento concreto presente que las ha desencadenado. Sabemos que el pasado no cambia pero sí nos explica y ayuda a entender el estado en el que nos encontramos.
Es importante poner el foco en el resto de riquezas que tenemos, no únicamente en el deseo perdido.
Ampliar el horizonte de nuestros intereses nos va a permitir compensar la no realización de los otros deseos. En la vida adulta, como ya hemos plasmado en algún que otro artículo, hay que aprender a vivir con la falta, todos tenemos falta, no todo es realizable y alcanzable y esto no nos hace mejores o peores personas. Conocer nuestras limitaciones y poner la energía en aquello que es alcanzable para nosotros nos ayudará a sentirnos realizados y no a encadenar situaciones de impotencia.
Ante el dolor y las emociones que surgen en la depresión es importante conceder el espacio necesario. En muchas ocasiones no nos permitimos expresar estos sentimientos, darles la atención que necesitan, los negamos como si no existieran y compensamos con otras acciones. Esto lo único que hará es que ciertos duelos se cronifiquen, que derive que una depresión más fuerte o en otros síntomas sustitutivos. Normalizar que ante una ruptura, un duelo, una pérdida de algo importante o no conseguido vienen sentimientos negativos es de suma importancia.
Con un vínculo terapéutico de apoyo y acompañante conseguiremos atravesar y elaborar la depresión o pérdidas, sin que lo ocupen todo, sin que sean el centro de nuestra vida por un excesivo tiempo.
Ante la depresión es importante atender los síntomas, no perderlos de vista, pero más importante es atender los motivos que nos llevaron ahí, atendiendo el fondo conseguiremos romper el círculo que nos llevó a la depresión.
Como vemos, es importante atender nuestros deseos, sin perder de vista los factores externos y ambientales, las necesidades de los demás, las mías propias, las emociones y sentimientos que afloran… Encontrar el equilibrio entre todo esto es lo que nos hará gestionar mejor los avatares de la vida. No estamos exentos de sufrimiento, el sufrimiento forma parte de la vida, no vamos a conseguir evitarlo de forma sana, pero lo que sí podemos hacer es encontrar-aprender mejores formas de gestionarlo y manejarlo.
“Los deseos del otro, las respuestas del otro no corresponden a lo que yo soy si no a necesidades del otro y viceversa”.
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Autora: Cristina Pineda