La técnica del dibujo como herramienta psicotérapeutica
EL DIBUJO EN LA PRÁCTICA CLÍNICA (Técnica)
El dibujo, es una técnica proyectiva gráfica, en la cual a través de una breve consigna (o varias, dependiendo de la prueba) podemos recoger información acerca de la persona que vamos a evaluar o con quien vamos a iniciar tratamiento.
El dibujo en la práctica clínica se completa junto con el resto de las pruebas de la evaluación, no puede ser el único indicador diagnóstico, debido a que la información que nos facilita no es claramente medible.
El dibujo es una técnica que se puede utilizar tanto con niños como con adolescentes y adultos, con los primeros es muy enriquecedores, ya que la expresión gráfica, puede sustituir a la expresión a través del lenguaje.
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Además de esta ventaja, nos encontramos las siguientes:
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Nos permite una valoración global de la persona, teniendo en cuenta la estructura de su personalidad y que esta es cierto grado es dinámica, no es rígida.
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La ausencia de conocimiento de la finalidad de la prueba, ayuda a obtener respuestas subjetivas, más allá de la intencionalidad de la persona. Ayudan a evitar que las defensas de la persona se activen y sea desde un lugar más inconsciente, menos intencionado, desde donde realice la prueba.
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Pueden facilitar información acerca de creencias, emociones, necesidades, más allá de un discurso organizado y/o estereotipado.
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Expresan el mundo simbólico
Además de las ventajas, hay que ser muy cuidadosos a la hora de valorar el dibujo que puede realizar una persona, para ello necesitamos un contexto, información que tengamos anteriormente o que bien la persona nos facilite ante la prueba. No hay dos dibujos iguales, ni dos historias iguales, por lo tanto, ninguna persona va a proyectar lo mismo en su dibujo.
Vamos a ver cómo se aplican una de las técnicas más usadas en la práctica clínica con el dibujo, para saber cómo realizarla y que información nos pueden facilitar.
Técnicas del dibujo para el uso en la clínica psicológica
Test dibujo de la figura humana de Karen Manchover:
¿Qué necesitamos?
Para realizar esta prueba, necesitamos dos hojas en blanco (cuando termine de dibujar a la primera persona, le diremos que dibuje otra del sexo contrario o de su mismo sexo, en función de cual haya dibujado primero) lápiz y goma de borrar.
Aplicación:
Le pedimos a la persona que dibuje “una persona entera”, no le explicitamos sexo, ni ninguna otra indicación más, únicamente que sea una persona entera.
Mientras la persona dibuja, vamos anotando en qué orden va dibujando las diferentes partes del cuerpo.
Cuando termine de realizar el dibujo, le pediremos que “invente una historia de esa persona que acaba de dibujar, como si fuese una novela, un cuento, etc.”. Dependiendo de la edad de la persona, a través de la historia, le formularemos preguntas que tengan que ver con su relación consigo mismo, con su actitud hacía su persona y hacia los demás.
Interpretación:
Se van a valorar las diferentes partes del cuerpo que haya dibujado la persona y su colocación en el papel. La persona que haya dibujado está relacionada con su mundo interno, con sus conflictos, sus impulsos, y diferentes aspectos más de su personalidad.
Vamos a ver, de una forma general, las zonas en las que tendremos que detenernos para interpretar la información del dibujo:
Colocación de la figura en el papel, de frente, de perfil, lugar que ocupa, el tamaño indicará diferentes conflictos internos o externos.
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Si dibuja primero una figura de su mismo sexo o no.
En cara nos tenemos que detener en la boca, en los ojos, mentón, frente, pelo, nariz, orejas y cuello. Nos fijaremos en el orden en que los dibujos, en los rasgos, si son definidos o no, si ausencia de alguno de ellos. La cara nos aporta mucha información también a través de la expresión que tenga la persona del dibujo.
El cuerpo nos aporta información acerca de alteraciones internas, como enfermedades, también de frustraciones, del concepto de imagen corporal, etc. Para todo esto nos fijaremos en: brazos, manos, dedos, tronco, pecho, piernas. Teniendo en cuenta los mismos aspecto que en el rostro.
Por último, para completar la visión global de dibujo, es importante tener en cuenta si la persona lo dibuja vestido o desnudo. La manera en que lo realice es aportará información acerca de la emocionalidad de la persona.
El dibujo como técnica aplicada en la práctica clínica y el resto de las técnicas proyectivas han sido muy criticada a lo largo de la historia de la psicología, por su falta de medición psicométrica, pero como acabamos de ver no es esa su función.
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Son técnicas encaminadas a expresar aspectos que quizás desde la parte más racional la persona no puede hacerlo, no excluyen otro tipo de pruebas y aportan gran riqueza a la hora de facilitar información. Al igual que cualquier otra técnica que se use en el trabajo clínico, debemos tener en cuenta para que la aplicamos, si la persona puede realizarla y la historia de esta, todo siempre está dentro del contexto subjetivo de la historia de la persona, no lo podemos ver como algo aislado de ella, en especial cuando hablamos de proyección.
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Autora: Oceania Martín Recio
