MÉTODO DE TRABAJO
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO. PSICOTERAPIA ADOLESCENTES Y ADULTOS
Psicoterapia individual: adolescentes y adultos
Los psicólogos y psicoterapeutas de Cepsim ofrecemos un espacio para que la persona consiga superar sus dificultades, miedos e incertidumbres, y de este modo, pueda crecer aprovechando al máximo sus potencialidades. La psicoterapia facilita un lugar de reflexión para reencontrarse y recuperar un equilibrio que proporcione bienestar y aumente la capacidad de afrontar las dificultades propias de la vida.
Nuestra forma de trabajar es adaptarnos a las necesidades de cada persona. En las primeras sesiones nos conoceremos y estableceremos un vínculo de confianza, necesario para potenciar las capacidades que permitan superar con éxito los problemas. Luego, determinaremos conjuntamente los objetivos a alcanzar y las estrategias que llevaremos a cabo.
Una vez superados los inconvenientes, que han llevado a que la persona nos consulte, trabajaremos para aumentar las habilidades que le permitan resolver los conflictos de forma asertiva y autónoma.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Para qué sirve ir al psicólogo?
Consultar oportunamente con un psicólogo o psicóloga permite recuperar y mantener nuestro equilibrio psicológico. A través del diálogo y la escucha, de sugerir y preguntar, nos puede acompañar, apoyar, enseñarnos a poner límites saludables, alentarnos a cambiar, a reconocernos como realmente somos, a mejorar en los aspectos en los que tenemos dificultades, a potenciar nuestras fortalezas y, sobre todo, a estar más a gusto con nosotros mismos y con los demás.
¿Cúando debo recurrir al psicólogo?
Cuando tenga un problema que nos puede superar y generar malestar. No hace falta que se sufra un trastorno, sino que suceda algo en la vida que nos molesta, nos hace sentirnos tristes, ansiosos, etc. Puede ser una situación nueva o algo que se viene repitiendose desde hace muchos años.
¿Cómo es el proceso?
Como cada persona es única y particular, el tratamiento se organiza específicamente en relación a sus características. Por ello, al principio se hacen sesiones para conocerla en todas sus esferas (familia, trabajo, relaciones, pareja, con las amistades, etc.), para luego elaborar la intervención más adecuada y organizada, paso a paso, para que el avance y el progreso sea sólido y permanente. Dependiendo de los problemas a trabajar, la frecuencia de las sesiones puede ser de una a la semana o cada quince días. No se aconseja tener una frecuencia inferior.
