Modelos de parejas para que dure la relación
Modelos de pareja, proyectos personales y emociones. De lo que no hablamos.
Modelos y estilos de parejas
Es frecuente que en pareja no hayamos tocado explícitamente temas como el modelo de relación al que aspiramos o queremos llevar, los valores y principios que sustentan nuestro proyecto, las normas y los límites que aceptamos…
Se dan por supuestos, forman parte del saber implícito de estar juntos. Si se llegan a hablar; se dejan muchos aspectos sin profundizar y explicitar, sin decir y analizar claramente con palabras.
Como se lee en el libro de Joan Elias “Tú y yo somos cuatro”, una de las mejores manifestaciones que puede tomar el amor es la de “no dejar al otro con sus incertidumbres”. Porque de lo que no se dice, crece el árbol de las suposiciones y atribuciones que muchas veces nos alejan o nos lastiman.
Existen distintos modelos de pareja:
El que durante generaciones nos han impuesto como ideal, el modelo de la “La media naranja”. Un modelo codependiente basado en la necesidad de la otra persona para la completud, para sentirse completo y realizado como persona, para ser feliz…
Este modelo tiene muchos riesgos para la calidad de vida en pareja. Pensando en lo que no hablamos; tiene el riesgo de que podemos llegar a asumir que nuestra pareja, por el hecho de serlo, sabe lo que pienso y lo que siento sin que se lo diga: “me conoce”, “debería saber lo que pienso”… O a la inversa; actúo como sabiendo, sin hablar y sin preguntar, sobre lo que piensa y siente la otra persona en la relación.
La frustración surge cuando el otro no actúa como yo espero o, desde su derecho, no asume como propios aspectos de mi proyecto personal. Frustración, tristeza, celos y hasta la imperiosa necesidad de ajustar al otro a mí o cambiar en función del otro para no perder la unidad, la completud que somos.
El terminar una relación de pareja así entendida y sentida, representa la pérdida de una parte del yo y la sensación de no estar completo, de no tener un proyecto personal pensado sin la otra persona de la pareja.
Otros modelo de construcción; en el que dos personas completas tejen un proyecto de pareja en común, delineando y hablando explícitamente de sus objetivos, pensamientos y sentimientos; pueden tomar distintas formas.
Cada ser humano es único en sus características y vivencias y así lo son las relaciones de pareja que establece. Únicas, cambiantes y tejidas en base a las emociones, vivencias y comunicación de las ideas, sentimientos y proyectos de ambas personas.
Estar en buenas condiciones para establecer relaciones de este tipo surge en principio de la realidad interior de estar con nosotros en el aquí y ahora de las emociones, de las ideas, de las necesidades y del proyecto. Estar conmigo, conocerme, experimentar y regular mis emociones: me permitirá poder compartirlas de una forma saludable con el ser amado.
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Hablar de forma asertiva de nuestros pensamientos y emociones es un requisito para alimentar y fortalecer la construcción de la relación. Una relación que es distinta a otras que hemos establecido porque es única. Una relación que cambiará y que ha cambiado, como cada uno de nosotros, de ahí la magia y el poder del amor y la palabra.
Otros aspectos como la escucha activa que implica tener la voluntad de entender al otro, preguntarle, la empatía como forma de vinculación y el respeto a nuestra brújula interior: pueden favorecer al amor para manifestarse en todas sus formas. Diversas, como las emociones que cada día experimentamos y que necesitan, a veces, florecer en palabras y en acciones.
Desmayarse, atreverse, estar furioso, Áspero, tierno, liberal, esquivo, Alentador, mortal, difunto, vivo, Leal, traidor, cobarde y animoso; No hallar fuera del bien centro y reposo, Mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, Enojado, valiente, fugitivo, Satisfecho, ofendido, receloso; Huir el rostro al claro desengaño, Beber veneno por licor suave, Olvidar el provecho, amar el daño; Creer que un cielo en un infierno cabe, Dar la vida y el alma a un desengaño; Esto es amor, quien lo probo lo sabe.
FÉLIX LOPE DE VEGA Y CARPIO (1562-1635)
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