El trastorno Bipolar
¿Qué es el Trastorno Bipolar?
Características del Trastorno Bipolar
El trastorno Bipolar, al cual también se le conoce como trastorno maniaco-depresivo, es una patología psiquiátrica caracterizada por alternar episodios maniacos (eufóricos) con episodios depresivos en la persona que lo padece.
Estos episodios suelen convertirse en crónicos y el tratamiento psicofarmacológico suele ser necesario de continuo.
A veces están provocados por la ingestión de medicación o drogas, cambios en el ámbito social, cambios estacionales u otros, pero en muchos casos, el cambio responde a otras causas (orgánicas, hereditarias) que comentaremos más adelante.
Causas del Trastorno Bipolar
No se puede afirmar de una manera clara si el trastorno bipolar puede deberse a una causa concreta de carácter biológico o a circunstancias externas que afecten a la persona. Aun así, la tendencia es más a pensar que se trata de un trastorno cuyo origen es orgánico, y que por lo tanto, este puede permanecer latente y precipitarse por factores estresantes que acontecen en la vida cotidiana.
Se han determinado una serie de factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición o la exacerbación de este trastorno. Aquí aparecen algunos de ellos:
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Familiares directos con trastornos psiquiátricos: aproximadamente un 50% de los pacientes con este trastorno tienen familiares de primer grado con algún tipo de trastorno psiquiátrico, más concretamente trastornos del estado de ánimo.
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Incluso sin factores predisponentes, el consumo de sustancias o el abuso de alcohol o drogas, e incluso cierto problemas hormonales pueden desencadenar episodios.
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Aparición de acontecimientos vitales estresantes o la pérdida de algún tipo de relación afectiva (estrés laboral, pérdida de un ser querido).
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Alteración en la estructura bioquímica de los neurotransmisores cerebrales, como por ejemplo la serotonina y norepinefrina.
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Al igual que al resto de las personas nos afectan los cambios estacionales y podemos padecer de somnolencia, un estado de ánimo más bajo o más eufórico, esto parece exacerbar los síntomas de las personas que sufren trastorno Bipolar.
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Tipos de Trastornos Bipolares
Antes de distinguir los subtipos que nos podemos encontrar dentro del trastorno bipolar, conviene explicar algunos términos. Como dijimos al principio, el trastorno de bipolaridad se define como la alternancia de episodios maniacos y depresivos. Ahora bien, ¿Qué es un episodio maniaco? ¿Qué es un episodio depresivo mayor?
Un episodio maniaco se caracteriza por un periodo (mínimo una semana, casi todos los días) en el que la persona tiene un estado de ánimo más elevado, expansivo, a veces irritable, más de lo normal. Se produce un aumento de la energía y esto desemboca en signos tales como un aumento de la autoestima y la disminución de las horas de sueño y la necesidad de descanso. La persona se vuelve más habladora, su pensamiento se vuelve muy rápido y con sensación permanente de fuga de ideas. Se presentan por tanto, más distraídos y con dificultad para concentrarse.
Es muy frecuente también la agitación psicomotora sin un fin concreto, el aumento del tiempo y la intensidad dedicada a una actividad concreta y/o la excesiva participación en alguna actividad que puede tener consecuencias negativas (compra compulsiva, actividad sexual desenfrenada, juergas, inversiones económicas imprudentes, etc.).
Un episodio hipomaniaco es muy similar a un episodio maniaco pero la diferencia es la intensidad y la durabilidad del mismo (mínimo 4 días consecutivos).
Por el contrario, un episodio de depresión mayor se caracteriza porque la persona sufre, durante un periodo mínimo de dos semanas, un estado de ánimo deprimido, triste o desesperanzado, una disminución del interés por casi todo lo que le rodea, pérdida o aumento de peso y de apetito significativo, insomnio o hipersomnia, pérdida de energía, sentimientos de inutilidad y culpabilidad, etc.
Una vez aclarado esto, podemos distinguir entre:
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Trastorno Bipolar I: tiene que haber habido mínimo un episodio maniaco que haya durado mínimo una semana. Pueden haber habido antes o después del mismo, un episodio hipomaniaco y/o un episodio depresivo mayor.
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Trastorno Bipolar II: tiene que haber habido un episodio hipomaniaco seguido o antecedido por episodio de depresión mayor. No un episodio maniaco.
Dentro de esta tipología de trastornos es interesante mencionar también el Trastorno Ciclotímico (se caracteriza porque durante mínimo dos años se han ido produciendo estas oscilaciones entre el episodio depresivo y el episodio hipomaniaco).
Tratamiento del Trastorno Bipolar
Es importante tener en cuenta que en las personas con este trastorno el tratamiento será a largo plazo y será importante y necesaria una atención psiquiátrica continuada.
El tratamiento del trastorno bipolar no es tarea fácil, pues requiere una regulación entre los fármacos que permitan al paciente rebajar los síntomas que padece pero sin provocar un nuevo episodio de lo contrario. Por ejemplo, los episodios depresivos se tratan con antidepresivos, pero suelen combinarse con estabilizadores del ánimo como el litio, para que el paciente no desemboque en un episodio maniaco y evitar posibles recaídas.
El litio es una sustancia que tiene muy buenos resultados a largo plazo en la estabilización de las crisis. Requiere una monitorización continuada por el médico psiquiatra mediante analíticas de control y revisiones a fin de prevenir la aparición de efectos secundarios no deseados. Es un tratamiento de primera línea en este tipo de trastorno si existe buena tolerancia.
Además del tratamiento psicofarmacológico, es muy recomendable la combinación del mismo con la psicoterapia, para ayudar al paciente a conocer su enfermedad adecuadamente y poder sobrellevar los síntomas y las consecuencias de los mismos en su día a día. Siendo la principal dificultad la adherencia al tratamiento, la psicoeducación, los hábitos saludables y el orden son factores protectores de recaídas. También la estimulación neurocognitiva resulta un buen apoyo para prevenir déficits a largo plazo.
No está demás, incluir también a la familia o a las figuras cercanas en el tratamiento, para que estas comprendan también en qué consiste el trastorno bipolar y puedan aprender también ellos a apoyar al paciente desde la comprensión y cariño, y además, a que ellos también puedan sobrellevar los síntomas de inestabilidad cuando estos aparezcan.
Ha resultado también de mucho apoyo la participación en grupos de pacientes de ayuda mutua, adonde se aprende a vivir con el trastorno, llevando adelante los cuidados que la enfermedad conlleva para permanecer estables anímicamente.
Si quieres saber más sobre el trastorno bipolar y su tratamiento entra en el siguiente enlace: https://www.psicologiamadrid.es/tratamiento-bipolaridad
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