Niños, niñas y Coronavirus, ¿cómo lo manejamos en confinamiento en casa?. Recomendaciones y consejos

Niños y niñas confinados en casa por el Covid-19

Cuando llegó el coronavirus a España, no imaginábamos que íbamos a llegar a vivir esta situación. Durante las últimas semanas, la situación que estábamos viviendo, al menos en Madrid, se iba pareciendo cada vez más a la situación que se vivía en el norte de Italia.

Podíamos empezar a intuir que nuestro día a día iba a cambiar ya que tenemos acceso de forma muy rápida a gran cantidad de información. ¿Pero y los niños y las niñas? ¿Cuándo empezaron a ser conscientes de que su día a día iba a cambiar e iban a estar confinados en casa?

En muchos casos, de repente, de un día para otro les dicen que ya no van a ir más al colegio durante dos semanas al menos… Muchos puede que se alegrasen porque pensaban que iban a ser como unas vacaciones, otros puede que se entristecieran, otros que se enfadasen… En realidad, habrá habido tantas reacciones diferentes como niños y niñas hay.

¿Puedes pensar durante un momento cómo reaccionó tu hijo o hija cuando le dijeron que ya no iba a ir al colegio durante al menos dos semanas? ¿Cómo se lo explicaron? ¿Habéis tenido la oportunidad de explicárselo en casa? Con todo el trajín que tenemos, a veces, se nos olvida pararnos a explicarles a los más pequeños esta situación especial que estamos viviendo.

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En ocasiones hay que explicárselo varias veces. Y no es porque no sean capaces de entenderlo, si no, porque muchas veces cuando una situación es difícil nos cuesta más tiempo asimilarla y aceptarla. Tuve la suerte de escuchar a una niña decir que “No podíamos salir a la calle porque el coronavirus es un virus que está por dentro de nosotros y por fuera y nos hace daño, no lo podemos coger, nos entra por todos lados. Y tenemos que aplaudir para animar a los médicos que trabajan todo el día y toda la noche”. Parece que algo de idea tienen sobre lo que pasa. Así que, pueden entenderlo y se dan perfectamente cuenta de lo que pasa. Más de lo que muchas veces creemos.

Qué hacer con los niños y niñas en confinamiento: recomendaciones y consejos

Es una situación a la que nuestros hogares actuales no se han enfrentado, no hay un manual de instrucciones sobre qué hacer en estos casos de confinamiento en casa con niños. Sin embargo, reflexionar sobre cómo nos puede influir a nosotros y a nuestros hijos e hijas puede ayudarnos a afrontarlo de una manera más llevadera e incluso favorecer que disfrutemos de esta situación especial.

Una vez que saben por qué tienen que quedarse en casa y no pueden ir a la guarde, al cole, al parque, por qué no pueden ver a sus abuelos, a sus amigos y un largo etc., ¿cómo manejamos esta situación en casa? ¿Qué hacer cuando las emociones les pueden desbordar? ¿Cómo hacer para calmar a los niños, niñas confinadas en casa y tranquilizarles cuando los adultos también estamos nerviosos y a ratos sobrepasados?

Podemos empezar por cuando podamos, estar atentos y en un momento adecuado, preguntarles cómo están, si hay algo que les preocupa, que les de miedo, que echan de menos, etc. No demos por hecho que vaya a haber algo o que van a sentir emociones más desagradables que agradables, no lo sabemos. Dejémonos sorprender por lo que nos digan. En esos momentos es importante trasmitirles seguridad y calma, pues desde ese punto, es más fácil crear un clima de confianza para que se sientan seguros y puedan expresarse.

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Cuando les hayamos preguntado, es bueno dejar un momento para que reflexionen y así poder escuchar y valorar sin juzgar lo que nos dicen. Los miedos que tengan, igual que los que tenemos los adultos, van a variar en cada uno. Cada niño y niña estará viviendo está situación de una manera única. No hay que quitarle importancia. Eso no quiere decir que nos regodeemos en el miedo o la emoción que sea, pero sí que nuestro hijo o hija sienta que le hemos escuchado y que no es una tontería lo que está diciendo.

Dejar que expresen lo que les pasa, escucharles con la calma que podamos y que nos permita el momento. Es importante no decir frases del tipo, no llores, no te enfades, tranquilízate. Más bien es aconsejable dejar que las emociones pasen y se calmen, si nos pasa a los adultos, con más razón a los niños.

Puede que nos cuenten muy rápidamente y con mucha naturalidad lo que piensan o quizá tienen dificultad en expresar lo que están sintiendo. Cada persona tiene su ritmo. Es importante respetarlo, dejarles su espacio sin agobiar.

A veces es difícil poner en palabras lo que nos pasa por dentro. Podemos ayudarles a que expresen poniendo ejemplos de cómo nos sentimos nosotros, contando pequeñas historias, metáforas o cuentos que les ayuden a comprender con su corta edad algo de lo que necesiten para atravesar mejor esta situación. También podemos usar dibujos, pinturas, plastilina o inventarnos cuentos haciéndoles partícipes a ellos, usando a personajes ficticios…

La misma niña de antes al preguntarle qué era lo que le ayudaba cuando estaba enfadada o triste me dijo: “mimitos”. Y es que, en esos momentos de angustia, que sientan que tienen a alguien que está con ellos es lo que más les va a calmar. Si nos ven tranquilos, es más fácil que se tranquilicen.

Y que no se nos olvide que lo que más le gusta a un niño y niña es jugar. Intentar tener momentos de juego, momentos distendidos, que puedan hacer cosas con las que disfruten, va a hacer que estos momentos no sean tan difíciles y que incluso los podamos convertir en momentos divertidos y agradables.

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A su vez, con la cantidad de información a la que estamos expuestos es importante ayudarles a entender sin alarmar y no darles más información de la necesaria y de la que ellos pregunten, adecuando la explicación a cada edad.

Después de todo lo expuesto, algo básico y previo a hablar con ellos, es pararnos a ser conscientes de cómo estamos nosotros cuando nos dirigimos a ellos. Darnos cuenta de si estamos nerviosos, preocupados etc. Ya que es importante en esos momentos transmitirles calma, seguridad y confianza para que ellos puedan reflexionar sobre cómo se sienten.

Desde el nerviosismo es más difícil pararnos a reflexionar sobre cómo estamos. Y se van a dar cuenta de que no estamos tranquilos. Si notamos que no estamos calmados, podemos dedicar un momento a ver cómo estamos nosotros y buscar formas para tranquilizarnos antes de hablar con ellos. No significa que tengamos que dejar de sentir miedo, preocupación etc. Si no que seamos conscientes de qué sentimos y desde la calma que podamos conseguir en esta situación, hablar con ellos.

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Recordar que la manera en que vivamos nosotros esta situación y la interpretación que niños en confinamientohagamos de ella va a influir de alguna forma en ellos. Se me viene a la cabeza la película La vida es bella y como nuestro protagonista conseguía que su hijo creyese que era un juego y así hacerle más llevadera la situación.

Cuidarnos nosotros para poder cuidarles a ellos es básico en estos tiempos de confinamoiento en casa con niños. Buscar nuestros momentos de calma, de poder expresar nosotros también nuestros miedos, nuestras preocupaciones. Buscar a alguien con quien poder hablar para poder desahogarnos, si no puede ser en casa, apoyarnos vía telefónica o de las muchas maneras que tenemos actualmente.

Pero intentar que no sean nuestros hijos e hijas sobre quienes descarguemos nuestras angustias. Sin embargo, si nos ven preocupados o tristes, y nos preguntan qué nos pasa, no esconder lo que nos está pasando y explicárselo de una manera adecuada a su edad.

Cómo decíamos antes, así les estamos ayudando a que ellos también puedan expresar sus emociones, a que las reconozcan, le pongan nombre a lo que les está pasando y que se reduzca su nivel de angustia. Y, Además, si les decimos que no estamos preocupados, que no tenemos miedo etc., pero luego si actuamos según esas emociones, los niños es probable que se sientan perdidos y desorientados.

Es importante recordar que cada uno lo hace lo mejor que puede y esta situación nos está poniendo frente a momentos que nunca hemos vivido. Sin embargo, si notamos que la situación nos está sobrepasando, siempre se puede pedir ayuda profesional.

La situación que estamos viviendo es complicada y, a veces, difícil de gestionar. Estar confinados en casa seguramente no es nuestro plan ideal, pero igual que a los niños y niñas les encanta jugar sea donde sea, para nosotros esta experiencia puede ser una oportunidad para recordar que cosas son con las que disfrutamos estando en casa y en familia.

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Autora: Yolanda Carrió Ayuso