Qué es la personalidad ecoista
Personalidad ecoísta
Todos o casi todos conocemos el narcisismo y su origen: el mito griego de Narciso. Sin embargo pocos recuerdan que, en dicho mito, existía Eco, una ninfa que había sido condenada a repetir la última palabra que escuchaba y que, por desgracia, se enamoró del joven Narciso, el cual la rechazó como hacia siempre con todas las personas que “osaban” enamorarse de él. Inspirado en esta ninfa nace el término “personalidad ecoísta”.
¿Qué es una persona ecoísta?
Las personas ecoístas son aquellas personas que han crecido creyendo que ser narcisistas o egoístas es algo que deben evitar pues conlleva ser criticadas y rechazadas por los demás. Por temor, estas personas se han desarrollado evitando mostrar su autenticidad, renegando inconscientemente de sus necesidades y subordinándose a las necesidades del otro. Eso provoca un debilitamiento de su “Yo interior”, por lo que van sintiéndose cada vez más inútiles, carentes de derechos e inferiores a los otros. Pueden llegar incluso a sentirse no merecedoras de amor o de felicidad.
Los rasgos mas típicos de estas personas son:
- Imposibilidad o dificultad de saber que necesitan, quieren o les motiva:
El ecoísta es una persona que ha aprendido a mirar hacia afuera en lugar de hacia adentro. Para ellos lo que otros necesitan estará por encima de sus propias necesidades puesto que creen que tenerlas acarreará el rechazo de otras personas (es lo que han vivido o aprendido) y por esto las niegan. Al desarrollarse de este modo durante toda su vida se desvinculan de lo que necesitan, llegando a negar de manera inconsciente su verdadero yo y desconociendo de aquellas cosas que les pueden hacer felices.
- Miedo a sentirse especiales: La persona ecoísta cofunde sentirse especial o atraer miradas con ser narcisistas o vanidosos. Recordemos que huyen de esto desde edades tempranas ya que han aprendido que es algo negativo, por lo que es normal que en el momento presente sigan intentando pasar desapercibidos, aunque esto tenga un alto coste en cuanto que anulan su potencial y capacidad de autorrealización. Digamos que viven escapando de un miedo en lugar de buscando su propia meta vital. Lo más probable es que de pequeños fueran ridiculizados, rechazados o criticados cada vez que hicieran algo bueno o consiguieran un éxito, o quizás vieron como otros lo eran, de ahí que no toleren ser el centro de atención o recibir palabras positivas sobre ellos mismos, ya que están asociados a sufrimiento y rechazo o, en otras ocasiones, les suena a mentira por parte de los otros.
- Alta sensibilidad: las personas ecoístas son muy sensibles a las críticas y a la humillación. Digamos que no quieren llevarse reprimendas, malas miradas o cualquier indicio que diga que son inadecuados ya que esto les haría sufrir profundamente, de ahí que quieran pasar constantemente desapercibidos. Cuando no lo consiguen y atraen las miradas, pueden sentir diferentes emociones: culpa, vergüenza, rabia, tristeza… Recordemos que no se nace ecoísta, es simplemente una adaptación a un medio en el cual era mejor no ser visto que llevarse una mala palabra. Si te eintresa puedes leer en este enlace sobre las personas altamente sensibles: https://www.psicologiamadrid.es/salud/personas-altamente-sensibles
- Baja autoestima: como podemos imaginar la persona ecoísta no puede tener una buena autoestima. ¿Cómo tenerla si han crecido pensando que no son dignos ni validos? ¿Cómo tenerla si han aprendido que lo bueno en uno mismo va a ser criticado? La persona ecoísta ha interiorizado estas voces críticas dentro de sí, como forma de adaptarse a su medio. En el presente, sentirse tan poco especiales les hará alejarse de sus sueños, no confiar en si mismos, no emprender proyectos, etc.
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Atraen a los narcisistas y se sienten atraídos por ellos: si la persona ecoísta necesita no sentirse el centro de atención. ¿Qué mejor forma de pasar desapercibido que estando al lado de un narcisista? El problema es que tarde o temprano, el narcisista suele ser abusivo con su pareja, frente a lo cual la persona ecoísta tiende culpabilizarse como si el comportamiento de su pareja fuera causado por ella, cuando en realidad, no es así.
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Pueden tener problemas en las relaciones: desde no saber relacionarse con otras personas o grupos, hasta tener miedo a hablar en público, ser sumisos o desarrollar dependencia emocional. Cuando la persona no cultiva un narcisismo sano, está a merced del mundo externo.
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Cosas que debes saber si eres ecoísta:
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No eres inferior a nadie: el mecanismo de adaptación que has tenido que utilizar en tu infancia era pasar desapercibido, ser humilde en extremo, no creerte superior a nadie. La cuestión es que no hay nada malo en ser tú mismo. No eres superior ni inferior a nadie, porque todos valemos por igual. No hay nada malo en sentirte querido, en sentir que vales, en tener cosas buenas.
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Tener narcisismo no es malo: aunque te hayan hecho sentir que reconocer tu valía y tus logros era algo negativo y egoísta, en realidad es algo natural y necesario. Recuerda que todo el mundo tiene narcisismo, la cuestión es que debe estar bien ajustado. Ni demasiado alto ni demasiado bajo. Es un primer paso para sentir que vales y poder autorrealizarte.
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Te han hecho sentir algo que no es real: cuando somos niños estamos indefensos y es por ello que necesitamos de adultos que nos protejan y cuiden, por lo tanto haremos cualquier cosa para recibir su cuidado, su amor y su mirada. Incluso creernos las etiquetas que nos ponen o tener que renunciar a nuestra esencia si eso nos ayuda a gustarles. Es por ello que interiorizamos sus voces como si fueran nuestras, que tomamos como real lo que nos dicen, que necesitamos cumplir las expectativas que ponen en nosotros y que sentimos miedo si no lo hacemos. La cuestión es que ya no somos niños y que ahora, con ayuda profesional, podemos empezar a refutar aquello que nos dijeron que éramos, podemos empezar a soltar la carga del pasado y a crear nuestro propio presente y futuro.
Como ya habrás imaginado no es fácil moverse por el mundo si eres una persona ecoísta. Tengo que resaltar que no hay nada malo en ti, es la estrategia que tuviste que adoptar en la infancia para ser querido. Es la mejor forma que tuviste para adaptarte al ambiente en el que te tocó vivir y es probable que, en ocasiones, ser ecoísta pueda tener ventajas en el presente. Pero ¿Sientes que también estás limitado por ello? ¿Hay cosas que te gustaría hacer, pero sientes que no puedes o no mereces? ¿Cosas que crees que deseas, pero “algo dentro de ti” te dice que no debes tener? Si la respuesta es sí, necesitas trabajar en potenciar tu autoestima.
Espero que este artículo te haya servido.
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