Qué es ser vulnerable y la persona vulnerable
LA VULNERABILIDAD Y NUESTRAS DEFENSAS ANTE ELLA
vulnerabilidad que significa
La vulnerabilidad es la capacidad que tenemos para dejarnos afectar por lo que sucede, tiene que ver con ser sensibles, sentir las emociones, reconocerlas y estar en ellas. Eso es ser personas vulnerables.
La vulnerabilidad psicológica no es debilidad.
La vulnerabilidad psicológica es sana y necesaria, nos permite conectar con nosotros mismos y con los demás. Sí que es cierto que vivimos en una sociedad donde la vulnerabilidad no es reconocida positivamente, donde recibimos continuamente mensajes en los que se nos alienta a ser fuertes, a no tener miedo, a no sentir vergüenza, a poder con todo y a luchar contra nuestra propia vulnerabilidad… Una sociedad donde tiene cabida la competitividad y el individualismo… Con todo esto tratamos de esconder o eliminar la vulnerabilidad de nuestra vida.
De lo que no nos damos cuenta es de que cuando negamos nuestra vulnerabilidad, estamos negando parte de nuestras emociones, nos estamos negando a nosotros. Entonces ser vulnerables que significa o qué es sentirse vulnerable.
¿Cómo nos defendemos de sentirnos vulnerables?
A lo largo de nuestra vida aprendemos distintas formas de defendernos ante nuestra vulnerabilidad, no todas las personas están en ella de manera sana.
Estas defensas normalmente se construyen a través de la experiencia con la vulnerabilidad, ya sea temprana o en la adolescencia. Que no nos la hayan sabido reconocer, nos hayan ridiculizado, avergonzado al expresarla, en definitiva hecho sentir que no somos dignos de amor ni válidos si la expresamos.
Una de las mayores defensas es la desconexión emocional, tratar de no sentir, poner barreras a nuestro dolor, a nuestro miedo, a todas aquellas emociones desagradables.
Lo que sucede si tratamos de no sentir, es que lo haremos con todas las emociones.
Por ejemplo: si voy al dentista y me anestesian para una muela no sentiré el dolor pero tampoco sentiré si me dan un beso en la mejilla o una caricia.
La evitación y la negación también son defensas que bloquean la vulnerabilidad.
El enfado, la culpa, la vergüenza y la exigencia con nosotros mismos son otras de las defensas más comunes cuando sentimos malestar, exigirnos estar en otro estado de ánimo en el que no estamos o enfadarnos, culparnos o avergonzarnos por no “estar bien”.
Estar bien no es dejar de sentir emociones desagradables, no es ser siempre fuerte, eso sería estar polarizado más bien. Estar bien es tener la capacidad de vivenciar y manejar nuestras emociones de una manera lo más sana posible.
La evitación de nuestra vulnerabilidad puede traernos consecuencias en la relación con nosotros mismos y con los demás. Puede hacernos fríos, insensible, no empáticos… Si no atendemos el dolor o la tristeza los procesos pueden estancarse y quedarse pendientes de resolver, algo que se reflejará en general en nuestro contacto con la vida.
Muchas personas ante el malestar tratan de buscar rápidamente experiencias que lo compensen, como son el consumo de sustancias, juegos, sexo, relaciones… infinidad de compensaciones con la finalidad de no pararse a sentir aquello que realmente necesitan atender.
Ser excesivamente emocional también puede favorecer una mala relación con la vulnerabilidad. Un exceso de sensibilidad puede llevar a la persona a sufrir de manera más intensa, conllevando el rechazo también de su propia vulnerabilidad por el sufrimiento que le ocasiona.
No todas las emociones que nos conectan con la vulnerabilidad son negativas, por ejemplo el amor, la ternura, la compasión, el placer… son emociones que en muchos momentos nos cuesta mostrar por miedo a ser rechazados, por miedo a sentirnos vulnerables ante el otro.
Lo realmente saludable es reconocer y dar lugar a todas nuestras emociones para seguir creciendo en nuestro camino.
Vulnerabilidad psicológica
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Vulnerabilidad significado: ¿Cómo establecer una buena relación con esta sensación?
Como vemos, sentirse vulnerable es una parte sana y necesaria en nuestra vida. Nos permite vivir las emociones de forma conectada con nosotros mismos y con los demás, nos hace enriquecernos, estar sensibles ante lo que sucede y sentirnos más plenos. Por ello no es malo ser personas vulnerables.º
Ya en otros artículos hemos hablado que estar polarizados nos hace perdernos multitud de experiencias en nuestra vida y mostrarnos ante los demás y nosotros mismos como personas incompletas. El verdadero crecimiento es aquel en el que soy capaz de mostrar y expresar mi sentir.
Nuestra vulnerabilidad, aunque no lo parezca, nos permite vincularnos afectivamente desde un sitio íntimo y cercano, nos permite cuidarnos y pedir ayuda cuando la necesitamos. No tenemos porqué poder con todo.
Siguiendo a Luciano L ́Abate, hablando de la intimidad en las relaciones, lo describe como el acto de compartir las “heridas” y el miedo a ser herido, así como la satisfacción y los gozos. Las heridas son el compendio de traumas, abusos, pérdidas, rechazos, injurias y ofensas, que son inevitables, en mayor o menor medida, a lo largo del ciclo vital. Pone el énfasis en la vulnerabilidad humana, en el dolor y las heridas de la vida. Las limitaciones humanas que hacen a los individuos vulnerables ante la intimidad.
Reconocer y aceptar nuestras limitaciones, nuestros miedos, vergüenzas, imperfecciones en definitiva nuestra vulnerabilidad ante el mundo es lo que verdaderamente nos hace humanos.
Ser personas vulnerables es estar vivo. La vulnerabilidad es una emoción que nos puede proteger.
Hemos desarrollado el termino vulnerabilidad y que significa, ahora puede leer otros temas de su interés en nuestro blog.
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Autora: Cristina pineda