El trauma de la prostitución agravado por el covid-19
EL TRAUMA DE LA PROSTITUCIÓN: LA EXPLOTACIÓN SEXUAL EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS
EL TRAUMA PSICOÓGICO DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MUJERES Y COVID-19
Acerca de la prostitución se dice que “es la profesión más antigua del mundo”, queriendo describir que este tipo de actividad se ha venido realizando desde siglo XVIII a.C. en la antigua Mesopotamia. A pesar de ser una actividad tan antigua no ha dejado de existir y aún más, sigue siendo una actividad que aqueja a varios millones de mujeres y niñas y que continúa en la pandemia del coronavirus y la obligación de estar confinados en casa. Sigue siendo un problema social y un problema de precariedad que afecta a una parte importante del mundo femenino.
La prostitución es un tema difícil porque hay opiniones de todo tipo, el mundo estigmatiza a las señoras prostituídas y en general no se tiene conciencia del calvario que se vive estando en esta situación, donde lo que menos hay es dignidad respeto ni igualdad.
También es cuestionado decir que es un trabajo, sí entendemos que para que un trabajo sea considerado como tal se deben dar ciertas premisas: poder dejarlo cuando quieras, tener seguridad social, tener derechos, convenio colectivo, etc. Esto choca con las necesidades económicas de los empresarios que viven de la prostitución con sus macro-burdeles, pub, pisos, etc.
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La prostitución es una actividad que ha existido y continua existiendo porque siempre hay clientes que en su mayoría son hombres y buscan realizar esta actividad para obtener placer. Se dice que el 20% de los hombres españoles han accedido a la prostitución alguna vez. Las razones son diversas, por incompatibilidad con la pareja en este ámbito, por soledad, por fobia social, dificultades para establecer relaciones sociales con las mujeres, etc.
La prostitución de manera mitificada, errónea, nos ha hecho creer que era un mal menor de las sociedades, se ha pensado que tenía que existir porque alguien tenía que ejercer el trabajo que otras “las mujeres privilegiadas o decentes” no querían ejercer. Se establece una dicotomía entre las mujeres buenas (madres) y las mujeres malas (del placer).
Detrás de la prostitución esta la más completa desigualdad entre mujeres y hombres, donde una es el objeto del otro.
La sexualidad como una mercancía intercambiable
Desde mucho tiempo atrás, se ha atribuido a la sexualidad masculina como “impulsiva”, “irresistible, ”irrefrenable”. Por esto algunos argumentan que deben existir las señoras prostituidas como una manera de disminuir ese potencial que se atribuye a los hombres. Existe todo un mercado de la venta de los cuerpos, en donde se venden niñas, mujeres de todas las edades, razas, el mercado de la prostitución es el mercado que más dinero genera junto con la venta de armas y drogas.
En un mundo globalizado, en una sociedad capitalista, en una sociedad neoliberal se vende todo, discos, libros, ropa, y por qué no? el cuerpo de las mujeres como mercancía. Para esto se empobrece a una parte de la humanidad que son mujeres y niñas, se las desvaloriza, se las minimiza, se las vende. En algunos países como china, india, etc. lo peor que te pueda pasar en la vida es nacer mujer.
En el caso de las mujeres víctimas de trata, vienen engañadas por sus captores. Le han ofrecido en su país de origen una promesa de contrato de trabajo, para trabajar en la atención a personas mayores, en limpieza, etc.
Una vez que llegan al país destinatario las personas que fueron una ayuda se transforman en sus captores, les requisan su documentación y las presionan a devolver grandes cantidades de dinero, las amenazan y golpean, les dicen que sus familias corren peligro en su país de origen y las obligan a vivir la lacra de la obligación de comerciar con sus cuerpos para pagar la deuda contraída.
A veces algunas pueden huir de sus captores y llegar a la policía o simplemente huir, a veces también ayudada por algún cliente que empatiza con ellas. Tras escapar de sus captores, muchas de ellas no tienen documentación, ni formación, ni apoyo familiar, han venido con la intención de encontrar una salida a su familia y salir adelante en un país nuevo no es fácil, aquí empieza otro calvario, ganarse la vida de otra manera.
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Creíamos que en sociedades desarrolladas como Europa esto no iba a ocurrir, se erradicarían la pobreza, todas y todos tendríamos derechos a tener techo, comida y tranquilidad. Pues no ha sido así, la prostitución y también la trata son negocios muy rentables y cada vez más mujeres son impelidas a vivir miserablemente siendo explotadas sexualmente para el bienestar de otros.
Del trauma a los síntomas psicológicos de la explotación sexual
Sobrevivir a la prostitución y estar indemne, es decir, sin secuelas emocionales, cognitivas, conductuales es muy difícil. La mayoría de las señoras prostituídas pueden sufrir agresiones, insultos, vejaciones en el ejercicio de esta actividad. Pueden realizar la actividad en la calle, en pisos (nueva modalidad), en clubes, pub o macroburdeles. La actividad en sí misma es de suma intimidad, en la que se puede caer en excesos como violaciones, no acuerdo del pago, robos, intimidaciones, etc.
Tras la experiencia de la prostitución se puede generar la siguiente sintomatología:
- Ansiedad
- Depresión
- Baja autoestima
- Estrés postraumático
- Dificultades para conciliar y mantener el sueño (insomnio), pesadillas recurrentes.
- Emociones (miedo, inseguridad, asco, cansancio)
- Desesperanza aprendida
- Traumas diversos, en infancia, adolescencia y en edades adultas.
- Estigmatización (eternamente marcadas por la sociedad)
- Duelos migratorios y familiares no resueltos.
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La complicada situación de la prostitución se ha visto agravada por la situación actual de alarma en la estamos, es decir, confinados. Evidentemente las señoras que ejercen la Prostitución están expuestas a una mayor vulnerabilidad ante el posible contagio. Por otro lado, muchas mujeres que realizan esta actividad ya se encontraban en una situación de máxima vulnerabilidad en la que sus ingresos eran precarios, solo para el día a día y hoy por hoy, tienen que elegir entre no comer o ejercer teniendo en cuenta la alta probabilidad de ser contagiadas.
Ayudas
Esta semana el gobierno ha aprobado la posibilidad de que las mujeres víctimas de explotación sexual, es decir, las mujeres víctimas de prostitución y trata puedan cobrar el ingreso mínimo vital. Serán beneficiadas incluso aunque estén en situación irregular. Para lo cual deberán presentar un informe realizado por las ONGs especializadas en el que se indique su situación y en el que se indique el cumplimiento de los requisitos que le permitirán acceder a esta ayuda. Estos informes serán remitidos a los servicios sociales.
De momento, existe una gran colaboración entre estas mujeres víctimas del dolor y el trauma a tener una ayuda solidaria, colaboran entre ellas, comparten las comidas y gastos dentro de lo que se puede, entendiendo que la mejor ayuda y la más rápida es la solidaridad entre ellas… la solidaridad entre las necesitadas.
Por último, parece ser que este fenómeno de la prostitución y la trata no van a dejar de existir mientras no se trabajen aspectos educativos desde la infancia, aspectos como integrar la sexualidad masculina de una manera integral en una modalidad afectiva y sexual. Y favorecer la igualdad entre mujeres y hombres para que todas y todos tengamos acceso a los diversos recursos para tener una vida mejor y salir adelante.
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Autora: Soledad García Correa