10 Fobias Raras: Características y Tratamiento
Las 10 fobias más raras
¿En qué consiste una fobia?
El miedo es algo inherente a las personas y tiene una función adaptativa, es una herramienta de supervivencia.
Ante un potencial peligro, nuestro organismo se prepara para una posible huida o evitación.
Se produce una respuesta fisiológica (tensión muscular, palpitaciones, sudoración, etc.); una respuesta cognitiva (pensamientos en relación con el peligro, capacidad de afrontamiento, posibles consecuencias, etc.) y respuestas motoras de escape.
¿Qué ocurre cuando aparece este miedo ante una situación o elemento que objetivamente no supone un peligro, cuándo esta reacción de miedo se pone en marcha sin un motivo justificado?
Estaríamos hablando de una fobia. Lo que caracteriza a las fobias es un miedo irracional hacia situaciones u objetos, que realmente representan una amenaza mínima o nula, no son un verdadero peligro.
En casos muy graves una fobia puede limitar las actividades y condicionar el día a día de la persona que la padece.
Características de las fobias
De acuerdo con el DSM-V, actual manual utilizado para el diagnóstico de los trastornos mentales, deben darse los siguientes cuatro aspectos para considerarse una fobia:
- Miedo desproporcionado.
- En segundo lugar, la evitación de lo temido ya sea real o anticipada. La evitación puede ser en sentido estricto, deseo de evitar lo que genera este miedo, o que se tolere con gran ansiedad.
- En tercer lugar, el miedo es irracional. Objetivamente no hay explicación para esta reacción de miedo, ansiedad y evitación. Estas respuestas no se justifican por el peligro real de la circunstancia.
- Por último, conciencia de que el miedo es irracional. La persona reconoce que su miedo es incomprensible, pero no puede controlarlo.
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Fobias raras
Hay una serie de fobias que son muy conocidas en la sociedad, ¿Quién no conoce a alguien que sienta pánico ante los espacios cerrados o a volar en avión?
Pero hay gran cantidad de fobias raras que algunas personas padecen que están asociadas a estímulos específicos (personas, objetos, sensaciones, actividades o situaciones) que no son tan habituales ni conocidas.
Algunas de estas fobias se recogen a continuación:
- Hexakosioihexekontahexafobia: miedo al número 666
Las personas que padecen esta fobia tienen un miedo irracional al número 666. Evitan situaciones o cosas en las que se refleje este número, por ejemplo, matrículas de vehículos o numeración de un edificio. El origen de esta fobia suele estar ligado a Satanás, al demonio, es más habitual en personas que tienen contacto estrecho con la religión.
- Tripofobia: miedo a los agujeros
Se trata de un miedo intenso e irracional a los agujeros muy juntos y a los patrones repetitivos, como un panal de abejas o las semillas de las fresas.
Hay estudios que hablan de que esta causada por un mecanismo primitivo de defensa.
2. Barofobia: miedo a la gravedad
El estímulo fóbico en este caso es la fuerza de gravedad. Se trata de un trastorno más común en la etapa infantil por la incomprensión del concepto de gravedad.
En algunas ocasiones se desencadena tras presenciar una caída desde un sitio alto.
3. Coulrofobia: miedo a los payasos
La imagen de un payaso o incluso los elementos habituales que configuran la imagen de un payaso (nariz, botones, etc.) producen miedo, pánico y angustia a quien sufre esta fobia especifica.
4. Dipsofobia: temor a beber, principalmente bebidas alcohólicas
Quienes padecen esta fobia sufren un miedo desproporcionado a ingerir bebidas alcohólicas y al estado de embriaguez.
Suelen experimentar gran ansiedad hacia la adicción y las consecuencias que pueda tener en el cuerpo.
También en ocasiones se puede dar con bebidas que no contienen alcohol (zumo, café, agua, etc.) pudiendo ser un riesgo por llevar a la deshidratación y afectar su vida social.
5. Eisoptrofobia: miedo a la propia imagen reflejada en el espejo
Consiste en miedo a ver tu propio reflejo en el espejo. En caso muy graves, la proximidad con un espejo como ir a sitios donde la persona sabe que habrá espejos (por ejemplo, una peluquería) produce altos niveles de ansiedad e incluso evitación.
Hay que hacer una diferenciación entre algunos casos de trastornos relacionados con la aversión a la propia imagen, como trastornos de la conducta alimentaria o el trastorno dismórfico.
En la eisoptrofobia el miedo puede estar asociado a creencias paranormales, tiene un componente místico en el que se entiendo el espejo como una puerta a otra dimensión.
6. Misofobia: miedo a la contaminación de gérmenes
El objeto del miedo en este caso son los gérmenes y la suciedad. Puede llevar a la persona a desarrollar hábitos obsesivos de limpieza extrema de su entorno e higiene excesiva. En ocasiones se relaciona con el Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
7. Fagofobia: miedo a ahogarse con alimentos
Se trata de un miedo desproporcionado a atragantarse. Algo tan orgánico como es el reflejo de deglución (el acto de tragar alimentos) se convierte en algo realmente desagradable.
Estas personas presentan niveles muy altos de ansiedad ante la ingesta de alimentos sólidos. Suele ocurrir que perciben el esófago especialmente estrecho.
Los casos muy graves dejan de ingerir alimentos sólidos y solo comen pure, zumos, líquidos en general.
Es habitual que se dé un diagnóstico erróneo de anorexia nerviosa restrictiva. Puede tener consecuencias muy graves como perdidas de peso excesiva o anorexia.
8. Ictiofobia: miedo a peces y hábitat
La ictiofobia es un tipo de zoofobia referido a los peces y su hábitat. Al igual que muchas fobias específicas, se da en diferente intensidad y de acuerdo con el contexto.
Si eres ictiófobo, puedes comprar palitos de merluza, e incluso ir a la pescadería, pero no toleras bañarte en lagos o alta mar.
9. Ombrofobia: miedo a la lluvia
Las personas que sufren este trastorno sienten verdadero terror ante las gotas de lluvia. Pueden sentir miedo incluso al olor de la lluvia.
Ver gotas de agua en la ventana ya puede desencadenar la respuesta de ansiedad.
Tratamiento de las fobias específicas Madrid
Todas las fobias generan niveles de ansiedad muy elevados, además las conductas evitativas llevan a que la persona altere sus actividades en el día a día, generando gran malestar y repercusión en su rutina diaria.
Con ayuda de un psicólogo se lleva a cabo la evaluación especifica y la elaboración de un plan de tratamiento individual, donde el principal objetivo será la reducción de la ansiedad.
El profesional acompañará a la persona en el proceso de comprensión de sus pensamientos, emociones y conductas.
Llevarán a cabo un entrenamiento para que la persona sea capaz de manejar o modificar los pensamientos negativos ante el estimulo fóbico.
Pudiendo sustituirlos por otros pensamientos más adaptativos y funcionales.
Diferentes terapias han demostrado efectividad en el tratamiento de las fobias específicas como la terapia cognitivo conductual, la terapia Gestalt, EMDR, Humanista, IFS, o el Psicoanálisis, entre otras.
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Autor: Rafael Beato
