Los problemas de la sobreprotección
Los problemas que genera la sobreprotección
¿A qué llamamos sobreprotección?
En la etapa de crianza de los/as niños/as, es necesario que exista una o varias figuras de protección, el inicio se da en los primeros días y meses de la vida y debe de ir disipándose paulatinamente en los siguientes años de vida.
Hay que decir que la protección de nuestros hijos/as ante lo que evaluamos como un peligro, son comportamientos naturales e inherentes al ser humano, es algo positivo, necesario y que afianza el vínculo entre padres/madres e hijos/as.Quien no ha pegado un grito o ha agarrado fuerte de la mano a su hijo/a en la proximidad de un semáforo en rojo. Es algo natural, lógico y necesario. Pero la sobreprotección no.
Esta conducta, empieza a convertirse en desadaptativa cuando la necesidad de cuidado y protección por parte de las madres/padres es desmesurada, excesiva y se prolonga o atraviesa todas las etapas de la crianza de el/la infante, existiendo casos que dura el resto de la vida.
El estilo educativo sobreprotector es un exceso de PREOCUPACIÓN por los hijos/as, sin dejar que se desarrolle comportamientos de autonomía, se establece dependencia emocional y/o psicológica, limita la asunción de responsabilidades, la toma de decisiones etc… Al principio proporciona seguridad, tranquilidad y calma/alivio…. Después podríamos resumir en “incapacidad” en lo más amplio de la palabra. Se convierten en “niños/as burbuja”.
CUÁNDO SE PRODUCE LA SOBREPROTECCIÓN
A nivel biológico y de etapa evolutiva se produce demora en el control de esfínteres, en el inicio a caminar, en actividades de autonomía y autocuidado como es comer y asearse solos.
Esto repercute en el desarrollo social desde una dificultades en expresión y comunicación a través de un lenguaje pobre con respecto a su edad, niño/a inhibido/a y retraído/a con los demás.
Incumplimiento de límites, normas y reglas, escasa red de iguales, el desarrollo y nivel educativo es bajo porque todo se lo han hecho sus padres, dependencia, estilo de afrontamiento de evitación (problemas o conflictos en situación grave). En definitiva dificultad de socialización y dificultad de participación en grupo.
Si esta sobreprotección perdura en un largo periodo de tiempo, el resultado de este estilo educativo podría dar en el futuro a personas a nivel conductual y emocional; inseguras, temerosas, con miedos/fobias de alta intensidad, sensación constante de incapacidad, con la capacidad de aprendizaje, resolución de dificultades y negociación mermada, retrasos en el aprendizaje de autocuidado, frágiles y con múltiples dificultades en el desarrollo de relaciones sociales, escasa o nula tolerancia a la frustración y al fracaso.
A si mismo se da desequilibrio- desregulación emocional, distimia, pensamientos negativos sobre la vida y ellos mismos/as, trastornos de ansiedad…. Dificultades de afrontamiento que pueden desarrollar en timidez, conductas de pasividad, y no defensa, además de agresividad, celos intensos y problemas de conductas disruptivas, rebeldes, de oposición…
Podrán tener dificultad de expresar deseo, ya que piensan y desean por ellos/as.
También se puede dar personas con rasgos polarizados a lo mencionado anteriormente, un individuo/a caprichoso/a, centro de todas las atenciones, ausentes de iniciativas por emprender acciones por cuenta propia (con la idea o pensamiento “Ya me lo darán”, “de merecerlo todo”) poca capacidad de esfuerzo, relaciones personales de instrumentalización para alcanzar sus deseos etc….
¿Cómo puedo prevenir la sobreprotección?
Primero recordar que nadie nos dijo antes que educar era fácil, el equilibrio que se tiene que producir en la educación de nuestros/as menores, consiste en saber conjugar nuestros temores con nuestras expectativas, aspiraciones, teniendo siempre en cuenta a los pequeños/as individuos/as que tenemos enfrente, a sus características, capacidades, deseos e intereses.
A continuación daremos algunos consejos.
- Es necesario proporcionar seguridad y promover la autoestima, dejándoles que se enfrenten a las dificultades y los conflictos, para que entrenen, el encontrar la solución a estos por ellos mismos. Ayudar y facilitar oportunidades para practicar y perfeccionar sus habilidades, permitiendo que cometan errores y brindarles apoyo desde una distancia de supervisión y no control, darles aliento y ánimo para que sigan intentándolo.
- Cada niño/a es un mundo, pero es importante que haya conexión con su grupo de iguales, hay que tratarle de acuerdo a su edad. Hay que favorecer que se desenvuelvan como los/as menores de su entorno siempre que vaya de la mano de nuestra coherencia educativa, hay que pensar que puede ser la edad adecuada para hacerlo y es momento de que aprenda.
- La autonomía relacional es un factor clave para entrenar sus habilidades sociales, Es adecuado darle oportunidades de relacionarse con otros, de pasar algún tiempo sin la presencia de los padres, (siempre teniendo en cuenta su edad). Puede estar en caso de un amigo o bien que le cuide unas horas un familiar. Debe aprender a relacionarse con otros que tengan roles distintos a sus figuras educativas principales (padres, madres, abuelos/as…).
- Sé que lo que abordaremos ahora es complicado de elaborar, pero para el desarrollo sano de la persona es necesario que adecuado a la edad de la misma se fomente y respete la intimidad. No hay que ahogarle con preguntas y un control estricto, se le debe dejar un cierto margen, un espacio para su intimidad.
- Educar dentro de un marco lógico de reglas y límites flexibles genera seguridad, Tiene que haber unos límites claros en casa, no se le debe dar todo lo que pida. Debe aprender que las cosas requieren un esfuerzo para conseguirlas.
- Es imprescindible el manejo de la tolerancia a la frustración: El niño o la niña siempre está en su derecho a enfadarse o frustrarse cuando no tienen lo que quiere y sus sentimientos son muy respetables, pero eso no debe ser motivo para dejarnos manipular por esos sentimientos
- Apoyarle cuando lo necesite, pero no solucionarle siempre los problemas. Debe aprender por sí mismo/a a buscar las soluciones o los apoyos necesarios. Tienen que ser independientes, autónomos/as, en el análisis y toma de sus propias decisiones y puedan valerse por sí mismos.
- Hay que aceptar y sobre todo ver, tener presente como ya se ha mencionado anteriormente que nuestro hijo/a es una personita única, de una manera determinada, con sus fortalezas y con sus limitaciones.
¿Qué puedo hacer si no sé cómo modificar mi estilo educativo?
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Donde cada psicólogo/a altamente especializado/a, pone en práctica técnicas vanguardistas, innovadoras y apropiadas al servicio de las necesidades.
“En la educación de los hijos e hijas, hay que encontrar el equilibrio. No aportar libertinaje, sino libertad, no tener sobreprotección hacia ellos sino seguridad real, no ejercer autoridad sino acompañamiento”. T.Garcia
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