Conociendo a Melanie Klein y su teoría

Melanie Klein

Melanie Klein, una pionera en el psicoanálisis con niños

¿Quién es Melanie Klein? Su vida y obra

 

Poseía la materia de la están hechos los mitos. Aparentemente reservada acerca de su pasado, inquebrantablemente segura de sí acerca de su presente, su mismo ser dio lugar a la especulación y a la sospecha. […] sus enemigos […] fueron muchos durante su vida, y también después…” Así comienza Phyllis Grosskurth (1990: 15) su biografía.

Melanie Klein, nacida a finales del siglo XIX, sigue siento una figura de gran relevancia en nuestra historia.

Construye su propia teoría psicoanalítica sobre el funcionamiento de la mente humana, contribuyendo de manera importante a la forma en la que ahora comprendemos nuestro desarrollo psíquico. Klein revolucionó el mundo de la psicología y su práctica.

 Su primera aproximación al mundo de la psicología fue como paciente, ya casada y madre de tres criaturas Melitta, Hans y Erich. Y es que Melanie padecía una fuerte depresión que se prolongó mucho tiempo.

Su vida está marcada por el duelo. Sufre las dos guerras mundiales, pierde a su hermana Sidonie cuando sólo tenía 4 años, a los 18 muere su padre y 2 años después su hermano preferido, Emmanuel, quien fue su principal apoyo para estudiar medicina.

Y más adelante su hijo Hans fallece en lo que aún no se sabe si fue un accidente o un suicidio.

 La vida personal de Melanie Klein nunca fue fácil. Generó controversia en el mundo psicoanalítico al haber basado sus primeros trabajos en el análisis de sus propios hijos.

Se envuelve en una intensa discusión con Anna Freud, hija de Freud y figura relevante en el psicoanálisis infantil. Y su hija Melitta, quien inicialmente sigue las ideas que plantea su madre, se alía con otro psicoanalista, Edward Gloer, para boicotear las teorías de Melanie.

Teoria de Melanie Klein

Teoría psicoanalítica de Klein

¿Cuál fue su aportación revolucionaria en el campo del psicoanálisis?

Melanie Klein reconoce la relevancia de las experiencias que tenemos en nuestros primeros años de vida para la formación del mundo emocional que tenemos en nuestra adultez.

Ella estudia las imágenes y las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás cuando nos relacionamos.

Porque todos tenemos una representación dentro de nosotros mismos de cómo reaccionarán los demás ante nuestro deseos o fantasías, aunque esto pueda no tener que ver con la realidad.

Podemos tener miedo a ser rechazados a pesar de que los demás se estén mostrando abiertos y con aceptación.

El gran mérito de Klein en el ámbito del psicoanálisis es que se da cuenta de que cómo nos representamos y cómo representamos el mundo es una construcción con un componente real y otro que tiene que ver con nuestros estados emocionales.

A estas construcciones las llama “objetos internos”. Y nosotros continuamente nos relacionamos con los demás a través de estos objetos internos.

El objeto interno no es lo que realmente sucedió sino cómo la persona captó, bajo sus estados emocionales, lo que el otro es.

Las experiencias de vida de Melanie Klein marcan el desarrollo de su teoría.

 Sobre el duelo:

Klein contribuye de manera importante a la comprensión de los procesos de duelo. Pues además de la cantidad de experiencias de pérdida que tuvo, le marcó de manera más desataca la de su hermana Sidonie.

En su autobiografía dice: “Siento que nunca superé el sentimiento de dolor por su muerte (…) Recuerdo que, entonces, sentí que mi madre me necesitaba a mi, especialmente cuando Sidonie había ido, y es probable que, en parte, el daño consistiera en que yo tenía que reemplazar a esa niña” (Grosskurth, 1990:28).

 Ella plantea que un duelo es patológico cuando persiste, no lo podemos superar y perdemos el objeto interno bueno.

Es decir, cuando perdemos la imagen o la idea positiva de los demás y de nosotros mismos que suscitaba lo que hemos perdido.

Por ejemplo, mi pareja me es infiel y a raíz de ello pienso que no es posible establecer una relación de confianza y seguridad porque las personas son infieles.

Lo que Klein plantea es que un duelo patológico no es sólo perder al objeto externo real (a mi pareja) sino también el interno (la idea de que las personas son confiables).

 Ante esta circunstancia Melanie describe las dos posiciones que podemos ocupar, la de la culpa o la de la agresividad.

Culpa porque sintamos que, si no estamos en el continuo recuerdo, estamos siendo desleales o insensibles. Y agresividad porque proyectemos nuestra propia rabia en lo perdido, de modo que creamos una imagen de lo perdido que se va deteriorando hasta verlo como algo atacante llevándonos al asilamiento.

Este último es la profecía auto-cumplida, a la menor falta confirmamos la idea de que el objeto es malo.

Psicoanalista Melanie Klein

Para el psicoanálisis de Melanie Klein, superar un duelo consiste en no quedarnos atrapados en ninguna de estas posiciones. Y para ello es necesario que confiemos en nuestra propia capacidad de reparación.

Es decir, que tengamos experiencias importantes en las que hayamos vivido que después de una falla, pérdida o ruptura hemos sido capaces de repararnos.

Teoría Kleiniana: Envidia y gratitud:

 Klein reflexiona sobre qué considera ella envida, cómo nos protegemos de ella y qué perturbaciones ocasiona.

Pues, aunque desde pequeña siempre se sintió muy segura de sí misma, tenía una fuerte rivalidad con su hermana mayor Emilie y no pudo perdonarle que su padre hubiera reconocido su preferencia por ella.

Melanie Klein plantea que es una motivación presente desde el comienzo de nuestra vida, que nos constituye y que es uno de los factores más poderosos de socavamiento de los sentimientos de amor y gratitud.

Para Melanie Klein la envidia es una actitud hostil y agresiva hacia otro que posee aquello de lo uno se siente privado, es algo interpersonal.

Es un problema de comparación con alguien por tener determinada posición y objeto.

Para ello es necesario que idealicemos lo que el otro posee o lo que el otro es. Y si se desea tener una relación con este otro es por rivalidad, por quitárselo.

Este proceso se puede aprender porque nuestra mirada haya sido educada para atender y dar importancia al tema de la comparación.

Hay diferentes maneras en las que podemos buscar protegernos de este sentimiento: desvalorizando lo del otro, evitando exponernos a las situaciones o personas que nos producen envidia, tratando de hacer sentir al otro envidia, transformándola en celos, elogiando exageradamente al otro o uniéndose a la persona envidia para sentir que uno tiene las mismas cualidades o posición.

Cultivar el sentimiento de gratitud nos puede ayudar con esta dinámica. Ser capaces de apreciar la bondad en los otros y en uno mismo.

Significa la posibilidad de incorporar en uno mismo las figuras buenas que aman y protegen y que uno es capaz de amar y proteger.

TIENES A TU DISPOSICIÓN MAS DE 300 ARTÍCULOS EN NUESTRO BLOG, APRENDE DIDÁCTICAMENTE TEMAS DE PSICOLOGÍA QUE TE INTERESE, ENTRA EN NUESTRO BLOG   

SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO SOBRE LA VIDA Y OBRA DE MELANIE KLEIN, COMPÁRTELO EN TUS REDES SOCIALES

Autora: Ana de La Mata

Compartidos
Compartir esto
icono whatsapp