Efectos de la ansiedad en el cuerpo: cómo afecta a tu salud física y qué hacer

La expreción de la ansiedad a travéz del cuerpo
¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo “habla” cuando algo te preocupa? No estás sola ni solo.
Los efectos de la ansiedad en el cuerpo son más que una molestia puntual: son señales de que tu sistema nervioso está reaccionando ante el estrés.
Aunque la ansiedad es un mecanismo de defensa natural, cuando se vuelve persistente o se activa sin un motivo claro, puede afectar profundamente tu bienestar físico.
Entender estos efectos es clave para empezar a recuperar el equilibrio.
¿Cómo afecta la ansiedad al cuerpo?
La ansiedad en el cuerpo funciona como una alarma que se activa cuando percibimos un peligro, ya sea real o imaginario.
Este sistema nos preparaba para huir o luchar en tiempos prehistóricos, pero hoy en día puede activarse ante una reunión, una llamada inesperada o una situación emocional intensa.
Efectos físicos comunes de la ansiedad
- Tensión muscular: los músculos se preparan para la acción, causando rigidez o dolor.
- Respiración acelerada: el cuerpo demanda más oxígeno, lo que puede generar sensación de ahogo.
- Palpitaciones: el corazón late más rápido para enviar sangre a los músculos.
- Sudoración excesiva: el cuerpo intenta regular su temperatura ante una situación percibida como peligrosa.
Un paciente me decía: “Siento que estoy en modo guerra, aunque solo esté sentado en la oficina”. Esa es la ansiedad en el cuerpo: una respuesta útil, pero a veces desajustada.
Lée nuestro artículo sobre qué es la ansiedad? Causas, síntomas y cómo gestionarla

¿Por qué se producen estos síntomas físicos?
Los efectos de la ansiedad en el cuerpo no aparecen de forma aislada. Están profundamente conectados con lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Esta interacción entre mente y cuerpo puede crear un ciclo difícil de romper.
Un ejemplo habitual:
1. Piensas: “Voy a fallar en esta presentación”.
2. Sientes miedo o inseguridad.
3. Tu cuerpo reacciona: palpitaciones, sudor, temblores.
4. Interpretas estos síntomas como un signo de debilidad o peligro.
5. La ansiedad se intensifica.
Este ciclo puede volverse automático, pero también es posible intervenir y modificarlo.

El círculo vicioso de la ansiedad en el cuerpo
Cuanto más tememos los síntomas físicos de la ansiedad, más los amplificamos. Una paciente me decía en cierta ocasión: “Cuando siento que mi corazón se acelera, el miedo a no poder controlarlo lo empeora aún más”.
Esta es una de las trampas más comunes de la ansiedad.
Además, muchas personas intentan evitar las situaciones que desencadenan estos síntomas.
Aunque esto puede dar un alivio momentáneo, a largo plazo refuerza la ansiedad y limita la vida cotidiana.
¿Qué es la ventana de tolerancia?
La ventana de tolerancia es ese espacio interno en el que puedes sentirte activada o inquieta, pero sin desbordarte.
Fuera de esa ventana, aparecen dos reacciones típicas:
– Hiperactivación: alerta máxima, palpitaciones, sudoración, pensamientos acelerados.
– Hipoactivación: sensación de desconexión, fatiga extrema, apatía o bloqueo emocional.
Una paciente, a la que conoces de nuestro artículo anterior, aprendió a utilizar la respiración diafragmática para calmar su hiperactivación.
Me dijo: “Es como volver a sentirme dueña de mi cuerpo”. Esa es la clave: recuperar el control con herramientas concretas.

Cómo gestionar los efectos de la ansiedad en el cuerpo
Comprender lo que ocurre en tu cuerpo es el primer paso. Aquí algunas claves para empezar:
1. Observa los síntomas sin juzgar.
2. Aprende técnicas de regulación como la respiración profunda o el anclaje corporal.
3. Cuestiona los pensamientos que desencadenan la ansiedad.
4. Busca apoyo profesional si sientes que la ansiedad interfiere en tu vida diaria.
Tu cuerpo no está roto: está hablando
Los efectos de la ansiedad en el cuerpo no son signos de debilidad, sino mensajes que te invitan a parar, revisar y cuidar de ti.
La próxima vez que sientas opresión en el pecho, mareo o palpitaciones, recuerda: tu cuerpo no está en tu contra. Solo necesita ser escuchado con compasión.
Con las herramientas adecuadas, puedes ampliar tu ventana de tolerancia, calmar tu sistema nervioso y sentirte más en paz contigo.
¿Quieres aprender a regular la ansiedad desde el cuerpo?
En la consulta, acompañamos a personas que buscan entender cómo la ansiedad afecta a su cuerpo y cómo pueden recuperar el equilibrio.
Si te sientes sobrepasado o desconectada de tu cuerpo, estás a tiempo de cambiar esa relación.
Reserva una sesión y empieza a sentir tu cuerpo como un aliado.
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Autora: Elsa García