Fobia de impulsión o miedo a matar o dañar
FOBIA DE IMPULSIÓN. MIEDO A DAÑAR O MATAR A ALGUIEN
FOBIA A DAÑAR O MATAR A PERSONA U ANIMAL. PENSARLO NO ES HACERLO
Qué es una fabia de impulsión. Medo a matar a alguién
Nuestra mente acoge multitud de pensamientos. Cuando un pensamiento que consideramos irracional cruza nuestra mente, le prestamos una breve atención, y en general, pronto nos olvidamos de él.
Todos tenemos pensamientos que podrían considerarse absurdos o inadecuados, aunque éstos no nos suponen malestar al no quedarnos enganchados a ellos. Es importante aceptarlos, acogerlos como parte normal de la actividad de nuestra mente.
Pero, ¿qué ocurre cuando se quedan en nuestra mente más tiempo del deseado o cuando vuelven una y otra vez?
En ocasiones, le damos relevancia a estos pensamientos y empezamos a preguntarnos acerca de ellos: ¿ por qué estoy pensando esto? ¿si lo estoy pensando, significa que puedo hacerlo? ¿ y si ocurre lo que estoy pensando? ¿Cómo estoy pensando esto? ¿ estaré enloqueciendo?…
La relación y un manejo inadecuado de los pensamientos se encuadran en la base de la fobia de impulsión.
La fobia de impulso o fobia de impulsión es un tipo de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que hace que la persona que lo sufre piense que va a perder el control de la situación o que se va a volver loca. Por ejemplo una persona con este tipo de TOC podría tener miedo a hacer daño a alguien. Existe un miedo extremo a hacer daño a alguien y no poder evitarlo. De ahí, el nombre, fobia de impulso. Fobia haciendo referencia al temor ante determinados sucesos, ideas, objetos, situaciones, etc e impulso, que podríamos definirlo como el deseo de hacer algo sin reflexionar.
CARACTERÍSTICAS DE LA FOBIA DE IMPULSIÓN POR MIEDO A MATAR A UNA PERSONA U ANIMAL
Las personas que sufren este tipo de fobia, el miedo a hacer daño o matar a alguien, presentan los siguientes síntomas:
- Presencia de pensamientos, imágenes, impulsos, etc.
- En estos pensamientos, la persona se imagina vívidamente llevando a cabo la acción, el impulso.
- Rumiación: la persona no puede dejar de pensar en ello.
- Interferencia significativa en la vida diaria.
- Aparecen grandes esfuerzos por controlar, evitar y suprimir los pensamientos sin éxito. De hecho parece que cuanto más es el esfuerzo, con mayor fuerza se producen. Se generan comportamientos compulsivos, como por ejemplo: no acercarse a las personas que se piensa que va hacer daño, examinar constantemente que las personas de su alrededor están bien, no acercarse a objetos con los que podría hacer daño, no ver películas, series en los que aparecen actos violentos con el objetivo de no tener ideas, etc.
¿POR QUÉ SE PRODUCEN LA FOBIA DE IMPULSIÓN O MIEDO A MATAR O DAÑAR A ALGUIEN?
La ansiedad es uno de los principios básicos de las fobias de impulsión. En periodos en los que la persona está expuesta a situaciones que le generen altos niveles de ansiedad y estrés es más probable que estos pensamientos intrusivos aparezcan con mayor frecuencia e intensidad.
Estas fobias funcionan por asociaciones, un día veo una noticia en la tele, leo un artículo sobre un acto o situación en la que consideramos que la otra persona ha perdido el control y nos aparece el pensamiento realizando ese acto violento, haciendo saltar las alarmas y preguntándonos si seríamos capaz de hacer esto, ya que no sólo lo hemos pensado, sino que nos hemos imaginado haciéndolo.
En ese momento, ese pensamiento absurdo pasa a tener mayor importancia para nosotros, comenzamos a entrar en un bucle en el cual nos imaginamos haciendo daño a otras personas, perdiendo el control, nos asustamos de nosotros mismos y de lo que pensamos que podríamos llegar a hacer.
Esto hace aumentar la ansiedad y nuestras obsesiones se fortalecen ya que se alimentan de nuestro miedo, el miedo de que podamos llegar hacer lo que pensamos.
Entrar en esta dinámica nos coloca en un estado de tensión y preocupación constante, ocasionando un desgaste significativo, generando unos sentimientos de culpabilidad muy marcados, ya que nos acabamos considerando “malas personas”.
CONSECUENCIAS DE LA FOBIA DE IMPULSIÓN: MIEDO A MATAR O DAÑAR
Estos pensamientos de impulso, apuntan en la dirección contraria de lo que uno es, quiere o siente, y esto es lo que genera mayor malestar en la persona, un sufrimiento que le lleva a conductas de aislamiento y evitación de situaciones, contextos o personas a las que teme dañar.
Sentimientos de vergüenza, culpa, tristeza, ansiedad y depresión. En algunos casos, aparece la ideación suicida con tal de poner fin a esa situación, ya que resulta difícil poder compartir con los demás este tipo de pensamientos, por el juicio o no entendimiento del otro.
CÓMO SUPERAR ESTOS PENSAMIENTOS
- Nuestra mente genera pensamientos constantes, de diferente contenido, desde los más cotidianos a los inconfesables, entre los que se encuentran los pensamientos o imágenes de hacer daño. Son normales y más frecuentes de lo que crees, acentuándose en épocas que manejamos mayor ansiedad o estrés. Reaccionar con miedo es válido, lo importante es no asustarnos y sobrevalorarlos. Si observamos que estas ideas nos provocan mucho malestar, podemos plantearnos aliviarlo buscando información y ayuda profesional, todo ello desde la calma sin alarmarnos.
- Aunque entendamos que estos pensamientos son normales, no quiere decir que no nos vaya a provocar malestar y angustia.
- Reflexiona de dónde puede venir tu miedo a hacer daño. Los pensamientos conectan con nuestro sistema de valores y principios, por ejemplo: ser buen padre, buen hijo, buena madre. Estos pensamientos nos alertan del riesgo de saltarnos estos valores.
- Trata de conectarte con tu emoción. Pregúntate cómo te sientes y qué mensaje te está enviando esa emoción. Un estado de ánimo triste, preocupado o ansioso favorece la interpretación catastrofista de los pensamientos, haciendo que aparezca y se mantenga el miedo a hacer daño.
- No escondas estos pensamientos. Coméntalo y apóyate en una persona de confianza.
- Procura darle normalidad a tu vida, no realices conductas evitativas, ya que de esa manera le das veracidad y validez a esos pensamientos.
- Realiza conductas de autocuidado que te puedan ayudar a mejorar tu estado anímico. El ejercicio físico es una actividad que actúa frente a la tristeza y desmotivación.
- Solicita ayuda profesional si este miedo te afecta mucho y está alterando tu vida. El psicólogo te ayudará a manejar esos pensamientos, aliviando tu sufrimiento.
SI TE HA GUSTADO ÉSTE ARTÍCULO, AYÚDANOS Y COMPÁRTELO EN TUS REDES SOCIALES
Autora: Ana Maria Urbano