Autoestima, tú quién eres
Por qué todos hablan de ti y pocos te conocen
Tengo baja autoestima, qué poco que me quiero, necesito subir mi autoestima, ¿es que no tienes amor propio? necesitas una autoestima más alta…
¿Te suenan estas frases? Estoy seguro de que has pronunciado palabras parecidas alguna vez.
Autoestima y amor propio es tema recurrente entre mis amigos, pareja, pacientes, colegas.
Y es natural, resulta fácil comprender por qué la autoestima es importante. Pero tengo la sensación de que pocos saben realmente qué significa autoestima.
Creo que es importante detenerse a reflexionar sobre la autoestima en profundidad: ¿qué significa tenerla baja, o alta? ¿cómo se sube o se baja? ¿adónde la subo? ¿cómo la consigo? ¿puedo comprarla? ¿Si voy al psicólogo me la dará? ¿y si voy al psiquiatra me la inyectará?
Trataré en este artículo de explicar qué significa autoestima y por qué la autoestima es importante, pero es mejor pensar en una autoestima adecuada que alta, o cómo autoestima y humildad tienen que ir juntas para que podamos hablar de auténtica autoestima.
Trataré de hacerlo desde un punto de vista distinto del que habitualmente encontramos publicado deteniéndome en analizar por qué me parece un callejón sin salida hablar sólo de tener baja autoestima o alta autoestima y donde está la rendija para escapar de esa trampa.
Mi compañera: un caso real para comprender mejor la trampa de la autoestima
El otro día en mi despacho, una de mis compañeras sale de sesión contenta y me dice: “qué bien se me ha dado, me encanta ser psicóloga, además creo se me da bien.”
Luego de varias sesiones, al final del día vuelvo a encontrarla agobiada y me dice: “Uf qué fatal, no supe cómo sostener a la paciente, esto es muy difícil, nunca llegaré a ser buena psicóloga, debería haber estudiado otra cosa.”
Me pregunto qué ha pasado en estas 3 o 4 horas para que mi compañera, que es una muy buena psicóloga, haya ido de un extremo a otro. ¿La autoestima cambia tan rápido?
Te presentamos todos nuestros artículos relacionado con la autoestima en donde encontrarás las respuestas y dudas a muchas de tus preguntas:
¡Pero entonces quién eres, autoestima de mi vida!
Responder a la pregunta que significa autoestima parece más fácil en los manuales.
Básicamente, se la suele definir como el conjunto de percepciones, valoraciones y apreciaciones que tenemos respecto a nosotros mismos.
Para que nos entendamos, es la manera en que te juzgas y evalúas, y tiene que ver con las creencias y sentimientos acerca de nosotros mismos.
Es el resultado de las valoraciones positivas y/o negativas que haces de tus características físicas, psicológicas, relacionales, laborales, etc.
Ser muy ordenado o ser tímido puede ser
una virtud o puede ser un defecto,
dependiendo de cómo lo valores tú.
Seguro que a veces te encuentras pensando que podrías ser más inteligente, guapo, simpática, etc., pero tienes que saber que la autoestima no depende de lo que tienes, de lo que sabes o de lo que eres.
Depende de cómo te aceptas y valoras.
La autoestima no depende de lo que tienes,
de lo que sabes o de lo que eres. Depende de
cómo te aceptas y valoras.
Aquí podemos comprender de verdad por qué es importante la autoestima. Todo el mundo puede tenerla desde este punto de vista porque no depende de lo que se es o se tiene, sino de la capacidad de aceptar y valorar lo que se es o se tiene.
Autoestima y humildad: juntas y revueltas
Eso le pasaba a mi compañera, que no aceptaba fallar y que no valoraba el esfuerzo y la intención de hacerlo lo mejor posible: cuando hizo una buena intervención era la mejor, y si a continuación hacía una intervención regular, era la peor.
Seguro que alguna vez te ha pasado lo mismo.
Tener una autoestima sólida no implica hacerlo genial, ser la mejor, la más inteligente y no fallar nunca.
En definitiva, no hace falta ser prepotente, egoísta ni un narcisista perdido, sino ser capaz de aceptar nuestras fortalezas y debilidades para reconocer nuestro propio valor.
Autoestima y humildad son compatibles. Es más, autoestima y humildad deben ir de la mano.
Sí, puedes fallar y seguir considerándote bueno, buena. El problema de la autoestima no tiene que ver con pensar que eres excepcional en algo.
También te diré que, si aceptas que en algo no eres bueno y estás bien con ello, es un reflejo de tener una adecuada autoestima.
Otro ejemplo real para comprender mejor
Por ejemplo, recuerdo que hace un tiempo una amiga me dijo: “Por qué no vienes a aprender italiano con mi grupo, nos la pasamos genial, aprendemos a nuestro ritmo y sin apuro… bla bla…” y yo pensaba, mientras me trataba de convencer, cómo era eso.
Para mí siempre aprender idiomas ha sido un estrés, puesto que me siento que nunca aprenderé. En mi familia siempre fui considerado torpe para los idiomas y recibía muchas burlas.
Con los años siempre me costó ir a clases de idiomas, y hasta me puse a estudiar inglés por mi cuenta para que nadie viera lo malo que era.
Salí del apuro diciéndole que lo pensaría, que no sabría si tendría tiempo… Pero en realidad me horrorizaba imaginarme como todos avanzarían y yo me quedaría en el Ciao.
Lo de mi amiga me dejó pensando y con el tiempo comprendí que no había nada de malo en mí.
Es verdad que no soy bueno para los idiomas, ese puede ser un hecho, pero eso no debe hacerme sentir que no valgo para ello, que los otros pensarán que soy tonto, etc.
No ser bueno en algo es compatible
con tener autoestima y amor propio
Viéndolo desde esta perspectiva, pienso que podría estudiar italiano sin el agobio y la presión de ser el mejor ni nada por el estilo, simplemente divirtiéndome y aprendiendo.
De hecho, le dije que sí a mi amiga, y aunque tal vez no venga a cuento, al final el grupo no se formó y no aprendí italiano al final.
Pensándolo mejor, sí viene a cuento decirlo porque no fue por mí. Yo hubiera estado allí, así que, aunque no aprendí italiano, esto me permitió pensar sobre mis miedos, mis creencias y emociones negativas sobre mí mismo. ¡Y cambiarlas!
Autoestima y amor propio (o, mejor dicho, amor y autocompasión) nos salvarán de la quema
Por ello, y creo que esto es lo más importante, la autoestima depende esencialmente de cómo nos valoramos emocionalmente, es decir, la autoestima va asociada al grado en que te miras con amor y compasión sobre tus fortalezas y debilidades.
El cambio es posible: por qué la autoestima es importante para cambiar y cambiar es importante para la autoestima
¿Por qué me permití este cambio?
No fue el repetirme la manida frase de que tú puedes -lo que me decía siempre para autoconvencerme de hacer algo-, sino el poder mirarme con amor y de manera compasiva a mí y al niño que fui, del que su familia se burlaba.
Mi propia mirada compasiva y de amor sirvió para cambiar mi pensamiento: valgo, soy importante y querible, aunque mi inglés, italiano o francés sea malísimo, lo mismo he viajado y visitado muchos países sin problemas y me he comunicado con un montón de gente que no hablaba mi idioma.
Autoestima y amor propio, mucho amor,
mucha compasión y ternura: ésa es la clave
de todo.
El subibaja de la autoestima
− Tienes que subir la autoestima
−¿Sí? ¿Hasta dónde?
−Hasta el infinito y mucho más
Lo último que quería destacarte para comprender qué significa autoestima realmente, es que creo que no es oportuno hablar de alta o baja autoestima.
La rendija de salida que te decía al principio del texto es poder ver a la autoestima en relación con las emociones y sentimientos asociadas a ella.
Esto nos permitirá tener una autoestima adecuada.
Sí dije adecuada y no alta. No se trata de grados ni elevación, sino de satisfacción, de sentirnos bien con nosotros mismos, y eso no se mide en altura.
Se trata de sentir una autoestima adecuada a tus condiciones, comprendiendo y aceptando tus potencialidades y límites.
Recuerda: autoestima y humildad viajan juntas.
Compasión, amor y entusiasmo: las emociones básicas asociadas a autoestima y amor propio
Como te dije, la autoestima va asociada a varias emociones y sentimientos; las dos centrales son la compasión y el amor que ya mencioné, y que nos ayudan a aceptarnos como somos.
Pero también, si consigues eso, tu autoestima se asociará al entusiasmo por hacer cosas, al progresar a tu ritmo, a tu tiempo, equivocándote y mejorando a la vez.
Desde esta perspectiva también aparecerá la alegría y bienestar en el proceso -y no el agobio y la ansiedad cuando te preocupas de los fallos-.
Autoestima y amor propio están en relación
con la compasión, el entusiasmo, la alegría y
el bienestar.
Encontrarás muchas ideas prácticas para trabajar en estas emociones y sentimientos en la guía Plan de 25 acciones científicamente fundadas para cultivar una autoestima resiliente que puedes descargar aquí.
Límites y frustración en el camino del crecimiento
Para alcanzar la autoestima adecuada, también es importante incluir la tolerancia a la frustración, porque como indiqué en los párrafos anteriores, también tienes que aceptar tus límites, sabiendo que eso no te hace de menos.
¿Recuerdas la vinculación entre autoestima y humildad?
No todo se puede o se consigue y sabes qué: ¡¡¡no pasa nada!!!
Tienes que comprender que podemos funcionar muy bien en muchas situaciones y no tan bien en otras y que eso no afecte a tu autoconcepto: Si sale bien, tú vales y si sale mal también tú vales.
La autoestima adecuada está marcada por aceptar que, a lo mejor, en mi caso no soy bueno y tal vez nunca seré bueno para aprender perfectamente un idioma, pero eso no significa que no pueda hacerlo y pueda pasármelo bien y aprender sin maltratarme.
También para mi compañera de despacho tener una autoestima adecuada será saber que es buena psicóloga, aunque a veces no acierte, desentone o falle.
Comprender esto te hará seguir siendo cada vez mejor y quererte más. Mucho más.
Repítelo hasta que lo integres: con independencia de cuánto de bien o mal salga algo, mereces autoestima y amor propio, mereces autoestima y amor propio, mereces autoestima y amor propio.
Permítete fallar y seguir amándote.
Pero si tienes dificultades en esto, y si has comprendido bien qué significa autoestima y por qué la autoestima es importante, tal vez necesites trabajar junto a una persona que pueda prestarte esa mirada bondadosa mientras la desarrollas y fortaleces.
En el equipo estamos preparados y dispuestos a recibirte.
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