Terapia Gestalt de Grupos
Terapia Gestalt Grupal
La Gestalt es un tipo de terapia que se origina en los años 40, de la mano de Fritz y Laura Perls. La formación de Perls, era originalmente psicoanalítica. Aunque sería ya en los años 60 cuando realmente Fritz va a tomar la Gestalt más como una filosofía de vida.
Psicoterapia grupal Gestáltica
Laura y Fritz Perls van por caminos algo distintos. La escuela de Laura, llamada escuela de Cleveland se ocupa más de los estudios de la psicoterapia en grupo, de cuáles son las fases por las que éste atraviesa, experimentando propuestas basadas en la experiencia para los participantes.
A veces trabajarán solamente con algunos individuos y otras el grupo al completo. Mientras, Fritz que tenía un carácter distinto se centra más en la terapia propiamente. Su forma de llevarla a cabo es de forma individual pero frente al grupo.
Era un hombre formado en teatro y bastante directivo a su manera. Consideraba que el grupo era un espejo que podría estar representando en cada momento a la sociedad, a la familia, a los otros… Consideraba que esta forma de trabajar incitaba al vacío y que limitaba lo neurótico.
Creía que apoyar al paciente más allá de lo mínimo era infantilizarlo.
La Gestalt en la actualidad
Actualmente los grupos de terapia Gestalt se han convertido en una red de sostén. Es un lugar en el que poder expresarse emocionalmente y donde hacer un trabajo de desarrollo personal dentro de un enfoque relacional.
Los grupos fomentan la autoexploración, el desarrollo de la curiosidad, mejoran nuestra capacidad de escucha y responden a nuestra necesidad de sentirnos escuchados.
También nos sirven para trabajar la forma en que nos vinculamos con los demás, la forma en que damos y recibimos. Nos devuelven una imagen especularizada de nosotros a través del prisma diferente de cada integrante.
Se hace un trabajo de tipo emocional, cognitivo, comportamental y corporal en el que los participantes van adquiriendo habilidades para gestionar conflictos consigo mismos y con los otros.
Esto es aplicable a su vida cotidiana, por lo que comenzarán a adquirir destrezas para afrontar problemas familiares, laborales o de diferente índole. Dependiendo de la dinámica, unas veces el trabajo será más individual y otras más en relación al resto de compañeros y compañeras del grupo.
El trabajo en grupo Gestalt
En la terapia Gestalt se trabaja en el presente. En el “aquí y ahora”. El presente es aquello que se percibe y en él se incluye lo que se está experimentando. Incluyendo las vivencias, recuerdos e ideas que surjan en ese momento.
Se trabaja potenciando que la persona vivencie, sienta y explore estos recuerdos o ideas. Una vez se ha experienciado, ya es posible aplicar el pensar, razonar y comprender.
También se trabaja con el “darse cuenta” que nos permite contactar con lo que ocurre en nuestro interior y lo que nos ocurre en la relación con los otros, además de hacernos tomar contacto con nuestra propia vivencia y asumir la responsabilidad de ella. (Stevens, 1990, Enright, 1989).
Se enfatiza este “darse cuenta” porque se considera que es donde surgen los conflictos, en que la persona acepte o no aquello que está percibiendo de sí misma y de la situación que está viviendo. Se prioriza también el “para que” y el “como” frente al por qué. Tratar de centrarnos en las causas nos impide poder ver la acción misma.
Esto genera que el grupo de Gestalt sea un lugar en el que puedes mostrarte sin la máscara que habitualmente utilizamos para relacionarnos en el mundo. Se generan dinámicas en las que a veces se hace difícil poner palabras a lo que se experimenta. Se abre y se limpia la mirada.
MÁS SOBRE LOS GRUPOS DE PSICOTERAPIA GUESTALT
Muchas veces en el grupo podemos encontrar relaciones que representan otras que ya tenemos fuera. Es un lugar en el que poder trabajarlas en un espacio contenido, en el que poder jugar, y donde surgirán alianzas, roles que ya teníamos, roles nuevos y subgrupos.
Estos grupos son de mínimo 5 y máximo unas 20 personas aproximadamente y tienen algunas normas. Debemos hablar en primera persona siempre que hablemos de nosotros mismos y evitar hablar de forma genérica o en tercera persona.
Esto hace que nos responsabilicemos de lo que es nuestro y podamos así también ver qué es lo que es del otro para poder elegir si cogerlo o no. Se trabaja por supuesto con confidencialidad y es imprescindible el respeto en todo momento. Es un espacio de no juicio y el grupo es un lugar del que todos forman parte.
Algunos ejercicios que se suelen hacer con asiduidad son las rondas grupales. Cada miembro del grupo habla sobre lo que es emergente para sí en ese último mes o en ese momento.
Trata de explicar “en lo que está”. No tiene por qué ir en orden, si no que el resto de integrantes van interviniendo según van “resonando” con las palabras de los compañeros. Esto hace que puedas poner en otros miembros del grupo aspectos propios rechazados.
Se trabaja también con juegos de acercamiento-distanciamiento, donde ves representados y sentidos tus temores y deseos en el contacto con los otros.
Se trabaja también con fantasías dirigidas, se van creando situaciones que no pueden relacionarse con la propia existencia de manera consciente. En ellas, el terapeuta puede llevar a la persona a lugares de la infancia, para poder solucionar asuntos inconclusos, o a futuro para ver aspectos motivacionales o de autorrealización.
Todas estas y otras muchas actividades generan que, de la mano de una buena guía, sientas más conexión contigo y con los demás, que aprendas a estar en la vida de una manera distinta. De forma más plena, más consciente y con más sentido.
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Autora: Zinnia Rodriguez